■ Con las reformas estructurales “se está cambiando el motor”: Calderón
México aún puede ser la cuarta economía del mundo en 2050
México está cambiando el motor a la economía con las reformas estructurales y probablemente todavía podría quedarse con el cuarto lugar en el grupo de economías más grandes del mundo en 2050, en lugar de Brasil, afirmó el presidente Felipe Calderón.
En el entorno de crisis económica, el mandatario comparó las reformas estructurales impulsadas por su gobierno con un automóvil que compite en una carrera, que es la economía global.
“No se puede competir con un, como yo alguna vez hablaba del automóvil que tuve, un Sedan, un vochito, y ya estaba medio cascado y sabía que si iba en la carretera y se detenía, había que limarle los platinos y limpiarle las bujías, en fin, los trucos que uno hacía de estudiante. Pero con eso no se puede ganar una carrera, había que cambiarle verdaderamente, motor y máquina”.
Y como México no puede funcionar sin competitividad, señaló, se necesitan “no pequeños arreglos, no pequeños ajustes y no pequeñas limpiezas de bujías; verdaderamente necesitamos cambios de motor y eso es lo que estamos haciendo mediante las reformas que hemos hecho en México”, expresó.
Al inaugurar la primera sucursal en México de la empresa estadunidense Best Buy –donde compró su primera lap top, dijo–, explicó que si bien habrá una coyuntura adversa y difícil en el mediano plazo, el país sigue en la ruta de cumplir con el pronóstico de convertirse en 2050 en una de las cinco economías, después de China, Estados Unidos, India, “probablemente Brasil, porque todavía podemos quedarnos con ese cuarto lugar”.
La clave, explicó Calderón, es seguir “cambiando la máquina de la economía”, porque durante décadas hubo reformas, cambios que el país necesitaba y no se hicieron porque no se pudo, y a veces porque ni siquiera se intentó.
Como ejemplo de la “enorme solidez” de la economía, reiteró que en los dos años de su administración la deuda externa disminuyó a la mitad, a 25 mil millones de dólares, cuando llegó a ser de 114 mil millones de dólares no hace muchos años.
Esto, a diferencia de los años en que para su generación o la de sus padres, la deuda externa era como una maldición para el país, “nos pesaba a todos los mexicanos, cada uno debía una cantidad enorme de dinero al extranjero”.
La crisis de Main Street
Acompañado por el gobernador del estado de México, el priísta Enrique Peña Nieto, en una plaza comercial de Naucalpan, aseguró que otra diferencia respecto de las crisis de 1976, 1982 y 1994, es que por primera vez una dificultad económica no es culpa de los mexicanos ni de su gobierno, sino que empezó en Estados Unidos.
Se preguntó cómo se llama esta crisis, porque cuando se originó en México era efecto Tequila, y en Argentina, efecto Tango. “Ya por ahí alguien levantó la mano, ya no les digo quién, pero el hecho es que esta crisis, la de Main Street o como se llame, empezó afuera”.
Llamó a las empresas mexicanas a aprovechar esta etapa para dar un paso “adelante, definitivo”, y hacerse competitivas en el ámbito internacional, porque es la única alternativa en la globalización.
Consideró incluso que las variaciones del tipo de cambio, en referencia a la depreciación del peso, pueden servir para que esa ganancia momentánea de competitividad sirva a las empresas que producen en México y que exportan al mundo al avanzar en sus procesos de modernización y eficiencia.
Calderón se declaró satisfecho, porque México ya no es sólo proveedor de otras economías de consumo, sino que ha venido aumentando su capacidad de consumo y de compra, ya que el ingreso per cápita alcanza los 9 mil dólares anuales, cuando no hace más de una década rondaba los 4 mil.
A unas horas del inicio del Teletón, invitó a los mexicanos a colaborar con esta campaña de Televisa, porque “las sociedades caminan no sólo porque la gente haga negocios, sino también porque pueda ser más humana”.