La vorágine de los libros
■ Niños y jóvenes aprenden ese idioma, celebra líder de grupo de editores de Euskadi
Creciente auge de obras infantiles y juveniles publicadas en euskera
■ Persiste “una diferencia abismal” entre las ventas de ejemplares en español y en lengua originaria: Andrés Fernández
■ Por primera vez, el gremio estrena módulo propio en la FIL de Guadalajara
Ampliar la imagen Andrés Fernández, secretario general del Gremio de Editores de Euskadi, ayer, en el módulo que ocupan en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara Foto: Arturo Campos Cedillo
Guadalajara, Jal., 4 de diciembre. El sector editorial en el País Vasco vive un fenómeno interesante en años recientes: el aumento en la venta de libros infantiles y juveniles publicados en euskera, la lengua vasca, hablada por más de 800 mil personas. Apenas el miércoles se conmemoró el Día del Euskera.
La industria editorial del País Vasco “atiende dos tipos de mercado: una parte es la edición en euskera y la otra en castellano. En euskera publican unas 40 editoriales desde las pequeñas hasta las que facturan un número razonable de títulos”, señala Andrés Fernández, secretario general del Gremio de Editores de Euskadi, que este año estrena módulo propio en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara dedicado a la exhibición de títulos más que a la venta.
Cuenta en el País Vasco con un total de 109 editores privados, de los cuales 46 están afiliados al Gremio de Editores de Euskadi; 16.5 por ciento forman parte de algún consorcio y en 2006 se publicaron 3 mil 637 títulos con una producción superior a 7 millones de ejemplares. Ese año se editaron en euskera mil 710 títulos, de los cuales 482 corresponden a literatura infantil y juvenil.
En el caso del euskera hay escritores que sólo escriben en euskera, otros que escriben en castellano y euskera, y otros sólo en castellano. Lo mismo ocurre con las editoriales.
Lengua sin normalizar
En cuanto a ventas, señala Andrés Fernández, “hay que partir de una situación en la cual el euskera no es una lengua normalizada en Euskadi; por el porcentaje de población que la habla, y por esa característica, las ventas tampoco lo están y, por tanto, son mayores las ventas de libros en castellano que en euskera.
“Si analizáramos lo que ocurre en los puntos de venta, lo que se vende en librerías –que comercializan producto del País Vasco y de fuera de Euskadi– la diferencia entre el castellano y el euskera es abismal: se vende más en castellano.
Además, “el libro que más se vende es el infantil y juvenil. Eso significa que hay un despegue en la población infantil: niños y jóvenes están aprendiendo la lengua euskera, mientras los que tienen más años se desenvuelven en castellano”.
Asimismo, la mayor parte de los libros que se traducen al euskera son generalmente bestsellers. Son obras “con mayor viabilidad económica. Muchas veces se ha demostrado que el lector se decanta por leer un título en castellano que leer la traducción. Pero por supuesto tenemos la creación propia en euskera”.
Fidelidad de los lectores
En cuanto a las perspectivas, Andrés Fernández dijo que las previsiones en el sector editorial “son siempre muy planas, uniformes; no es un sector que cuando va la economía muy bien vendemos muchísimo más; en contrapartida, cuando la economía va mal venderemos un poquito menos, pero tampoco es un disparate.
“Por ejemplo la industria del automóvil va muy en consonancia con la coyuntura económica, mientras que el sector del libro no. Quizá nuestros clientes son siempre más fieles, son aquellos que de verdad les interesa leer y el dinero está un poco en segundo plano en relación con el producto.
“Si la crisis tendrá consecuencias lo sabremos en unos meses.”