■ El festival de cine de La Habana homenajeó a Paul Leduc
Obama será “la imagen de una época”, dice Alfredo Guevara
Ampliar la imagen El movimiento del nuevo cine latinoamericano “fue una manera nuestra de hacer películas”, dijo Paul Leduc en La Habana Foto: Notimex
La Habana, 3 diciembre. El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano se abrió aquí con un reconocimiento al triunfo electoral de Barack Obama como “símbolo” y la “imagen de una época”.
En Estados Unidos se ha producido “el despertar de millones y millones de ciudadanos que retornan a serlo y piden, exigen, cambio, change, cambio a toda costa”, dijo en la inauguración el presidente del festival, Alfredo Guevara.
“Puede no serlo todo o no ser nada, pero es un símbolo y no puede ignorarse”, agregó Guevara, el martes por la noche. “Tras siglos de injusticia, la palabra ‘negro’ llegó a ser casi identificable con la de esclavo. Negro se queda atrás. Un presidente, un estadista, líder intelectual, imagen de una época, ha entrado al ruedo. Tal vez otras denominaciones, mejores o peores, deparará la historia”.
El lema del cambio “ha hecho renacer la esperanza fuera y dentro del imperio, como si lo imposible imposible, se volviera posible”, añadió el octogenario cineasta cubano.
Amigo de juventud de Fidel y Raúl Castro, con quienes ha permanecido políticamente unido durante más de medio siglo, Guevara ha trabajado en el sector cinematográfico desde el triunfo de la revolución de 1959.
Sus opiniones no necesariamente representan las oficiales, pero es el primer funcionario público que hace una descripción de ese tipo del presidente electo de Estados Unidos.
Invitación al acercamiento
Días antes, Guevara había lanzado una carta abierta a los realizadores estadunidenses a venir al festival para vivir un “acercamiento desprejuiciado, sin predominio de presiones o ideologías, persona a persona, sin renunciar a nada, abiertos a recorrer los puentes que se tiendan”.
Entre los efectos del endurecimiento que aplicó en la política hacia Cuba el presidente George W. Bush, casi desaparecieron los intercambios académicos y culturales entre intelectuales de ambos países.
Guevara hizo su discurso de apertura con acento en el signo del cambio en el hemisferio, uniendo el caso de Obama con el ascenso al poder de Evo Morales, en Bolivia, entre otros fenómenos. “Un negro en el norte, un aymara en el corazón del sur y en todas partes un renacer de imágenes y sueños, de proyectos y realizaciones, el ansia de libertad, soberanía y rescate, enriquecimiento de la dignidad latinoamericana, la de todos y la de cada uno”.
El encuentro fílmico entregó su premio especial Coral de Honor a dos fundadores del movimiento del nuevo cine latinoamericano y del propio certamen: el mexicano Paul Leduc y el chileno Miguel Littin. En ausencia, también recibieron la distinción el boliviano Jorge Sanjinés y el brasileño Nelson Pereira, todos integrantes de la generación que construyó en los años 70 una estética que interpretaba la agitacióón social de la época.
Leduc, autor de Reed: México insurgente y Frida, naturaleza viva, recordó el ambiente fundacional de esa corriente, luego representada por el festival de La Habana, una fundación y una escuela, también con sede en la isla.
Los realizadores de la región en ese momento buscaron “una manera nuestra de hacer películas”, dijo el director mexicano, y apuntó sarcásticamente: “Me da mucho gusto que nos den estos premios el primer día, nos hagan a un lado y después el festival se siga dedicando a los cineastas jóóvenes, que son los que hoy hacen el cine”.
Littin (El chacal de Nahueltoro, Actas de Marusia) apuntó que los rostros de los activistas sociales “hicieron de nuestro cine algo diferente; le dieron fuerza, empuje, identidad”.
El festival concluirá la semana próxima, tras definir los premios entre 114 títulos seleccionados para concurso.