■ Autor de Chiquita, premio Alfaguara 2008
Una liliputiense de Matanzas atrapó a Orlando Rodríguez
Guadalajara, Jal., 3 de diciembre. A pesar de sus 65 centímetros de estatura, a Espiridiona Cenda el mundo le quedó chico. Pudo resignarse a permanecer encerrada en sus pequeñas medidas y, sin embargo, el universo en que vivió en el siglo XIX se rindió a sus pies.
Espiridiona, conocida como Chiquita, fue una liliputiense que nació en Matanzas, Cuba, en 1869 y triunfó en los teatros de variedades de Estados Unidos.
La historia real de esta mujer, “muñeca viviente”, atrapó al escritor Antonio Orlando Rodríguez (Cuba, 1956) y lo sedujo a tal punto que se hizo detective para hallar las pistas de los lugares por donde había transitado el personaje y así descubrir otros personajes excéntricos que llenan las páginas de Chiquita, libro con el cual el escritor obtuvo el Premio de Novela Alfaguara 2008.
El autor, radicado en Miami, sostiene que Chiquita fue una mujer con un gran deseo de trascendencia, libre de espíritu, que son características de grandeza y a la vez una paradoja tratándose de un personaje tan pequeño que sea el más transgresor, el más ambicioso, el que sueña de manera más libre e ilimitada.