■ Encuentro del autor brasileño con niños
Campos de Queirós recibió premio en la FIL
Guadalajara, Jal., 3 de diciembre. Los niños se encontraron con el escritor brasileño Bartolomeu Campos de Queirós, ganador del cuarto Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil.
El autor dio a conocer su mundo de fantasías, que bien puede estar protagonizado por una mujer de tres edades o por un niño que platica con un hombre de frente arrugada sobre el tiempo.
Antes de su cita con los pequeños, Bartolomeu (Minas Gerais, 1934) contó a La Jornada que aprendió a leer antes de ir a la escuela. Su abuelo lo ayudó a descubrir las letras y después las palabras.
El libro de Lili fue el primer texto que leyó y más tarde llegaron otros cuentos, que lo llevaban a tierras y paisajes, poblados de mares y niños, grandes familias de leñadores, reinos y castillos y miedos desconocidos. Así surgió su pasión por la lectura, y por la escritura llegó cuando ya era un adulto.
“Fue necesario esperar para contar un cuento que aún no hubiera sido contado. Mi primer trabajo fue de profesor de una escuela. Trabajaba con niños de dos a seis años y comencé a observarlos y me nació la voluntad de escribir para ellos. Pero no sé hoy si de hecho exista una literatura para niños o si en realidad lo que existen son textos literarios que permiten la lectura de los niños”, dijo.
Es la primera vez que Bartolomeu visita la FIL y el martes recibió el Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil, dotado con 30 mil dólares.