■ Inauguran en el Palacio de Bellas Artes la retrospectiva más vasta del pintor y grabador
Aceves Navarro “no es fiel a un esquema, sino a la pluralidad de intenciones”
■ Más de 450 obras ocupan la recién rehabilitada Sala Principal del máximo recinto cultural
Ampliar la imagen Gilberto Acevs Navarro, ayer, durante la charla con los medios para explicar los pormenores de su exposición en Bellas Artes Foto: Yazmín Ortega Cortés
Este jueves se inaugura en el Museo del Palacio de Bellas Artes una exposición retrospectiva, la más amplia y representativa que se haya hecho de Gilberto Aceves Navarro, uno de los exponentes axiales del arte contemporáneo mexicano.
La muestra incluye 454 obras –grabado, pintura, dibujo, escultura– realizadas en los pasados 40 años; dos fueron creadas ex profeso para esta exposición.
Autor de una obra que, según la crítica, se aparta de las categorías convencionales de belleza, Aceves Navarro ofreció una conferencia de prensa para explicar los pormenores de la muestra y su trabajo.
La charla fue en realidad una aleccionadora y elocuente disertación sobre su concepción del arte y sus métodos de trabajo, particularmente sobre uno de sus aspectos más característicos: la realización de series alrededor de un mismo tema.
Predilección por crear series
Durante su breve paso por la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, sostuvo Aceves Navarro, “no aprendí más que unas cuantas cosas”.
Se dio cuenta de que “todos esos dibujos que hacíamos con gran precisión, absolutamente calcados de modelos inagotables, no funcionaban en la calle, cuando salía a dibujar las cosas que se movían”.
A partir de entonces descubrió los beneficios de no ser “fiel a un sólo esquema, sino a la pluralidad de intenciones, y a la capacidad crítica que ejerzo continuamente sobre mi trabajo”.
Es, a final de cuentas, una forma de ser. A veces le sucede que sale a la calle con un destino que repentinamente puede cambiar, en función de las condiciones del ambiente: “Me voy con ese cambio, todo eso es lo que me sucede con los cuadros”.
Así se explica su obsesión por las series. Puso como ejemplo la que hizo a partir de un grabado de Durero, La decapitación de San Juan Bautista (incluida en la muestra): “La serie se me impone como la capacidad para definir con cierta claridad lo que quiero hacer, hago dibujos y más dibujos tratando de sacar la esencia, el espíritu de la obra; en ningún caso pretendo que se parezca, sino que quiero llegar a una solución plástica que dependa solamente de mis medios, de la capacidad que tengo de ver, de inventar, de crear. Por eso las series”.
Y definió: “Eso de hacer arte es un problema personal que quiere develar los misterios de la materialidad en el arte”.
La muestra de Gilberto Aceves Navarro, curada por Luis Rius, se divide en tres secciones: 1) periodo de consolidación; 2) series representativas, y 3) series y obra realizada de 2000 a la fecha.
Con ella se reabre la Sala Nacional del Museo del Palacio de Bellas Artes, después de la rehabilitación que le devolvió su aspecto original. Concluirá el próximo 15 de febrero.