La vorágine de los libros
■ Presentó su segunda novela, Península, península en la FIL
Hernán Lara Zavala rastrea sus orígenes “en la guerra de castas”
Guadalajara, Jal., 3 de diciembre. La obsesión de todo escritor por sus orígenes, que en el caso de Hernán Lara Zavala (DF, 1946) es el Yucatán de sus ancestros, queda plasmada en su novela Península, península, que apareció el pasado febrero y está por llegar a la tercera edición.
Se trata de su segunda novela formal en una carrera que incluye 15 libros, donde predominan el cuento y el ensayo, pero avanza muchos metros cuadrados en el gran mural de la obra que dedica a esa búsqueda por conocer de dónde viene para entender hacia dónde va.
Conocido como promotor literario en la Universidad Nacional Autónoma de México y el Fondo de Cultura Económica, así como docente de letras inglesas, Lara Zavala decidió no hace mucho quemar esas naves que llevó a buen puerto y dedicarse de tiempo completo a la creación, porque “el tiempo se va demasiado rápido y quiero aprovecharlo para poder terminar mis proyectos personales.
“Para una novela sí debe haber más concentración que cuando escribes ensayos o cuentos. La novela exige hasta un ritmo interno, pero yo espero que ahora que ya le pagué a mi universidad, y me siento agradecido y satisfecho con ella, ya no quiero ningún puesto administrativo ni público; lo que sigo aceptando y lo hago con mucho gusto es impartir clases”, dice en entrevista.
Explica que Península, península se concentra en la guerra de castas, el levantamiento de los mayas en 1847 contra criollos y mestizos que se habían posesionado de su territorio, una especie de cruenta guerra civil que hizo disminuir a la mitad la población de la península yucateca del medio millón de habitantes que tenía. Una revuelta poco conocida que fue aplastada con la muerte de Manuel Antonio Ay, que a su vez desencadenó una furiosa reacción encabezada por Cecilio Chi y Jacinto Pat; una época en que Yucatán se había escindido de la reciente federación mexicana.
–Yucatán es un tema recurrente, ¿por qué?
–Mis padres son yucatecos. Pero también es rascar en mis orígenes, porque soy como soy, quiénes eran mis abuelos; a Yucatán le dicen el país que no se parece a otro, es plano, el agua nada más circula debajo del suelo, y luego la parte de la cultura maya que también es muy característica, como toda la cultura prehispánica tienen de pronto afinidades como Quetzalcóatl, imágenes como la serpiente emplumada, pero los mayas y los aztecas sí eran muy diferentes, como astrónomos, matemáticos, más místicos y misteriosos.
Península, península se presentó este miércoles en el salón Agustín Yáñez, de la FIL.