La vorágine de los libros
■ El grupo musical sinaloense sostuvo un encuentro con escritores en Guadalajara
Los Tigres del Norte “no inventan ni califican, son notarios de una realidad”
■ México no se puede entender sin el corrido norteño, expresó el escritor español Arturo Pérez-Reverte
■ Cantar lo que las personas viven es lo que nos hace vigentes, dijo el jefe de jefes
Guadalajara, Jal., 3 de diciembre. Los periodistas siempre saben más de lo que publican, y los novelistas no corren los mismos riesgos al escribir sin censura del clima de violencia que impera en el país.
Sin embargo, Los Tigres del Norte narran esta realidad y deben ir con guardaespaldas a todos lados para contar en tres minutos y medio historias de 400 páginas, que superan además en audiencia a periodistas y novelistas y logran reflejar lo que pasa en México.
“Narramos historias y cantamos al público lo que el pueblo vive, lo que sucede a nuestra gente, una realidad que está al día”, dijo el jefe de jefes, Jorge Hernández, escoltado por los custodios que acompañan al grupo sinaloense, por sus hermanos y por los escritores Élmer Mendoza y Arturo Pérez-Reverte, en rueda de prensa antes de la presentación que, también sin acordeón ni sombreros, tendrían en la explanada de Expo Guadalajara horas más tarde para hablar con los visitantes de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara sobre la épica de la frontera, música, pueblo y cultura.
Mendoza, sinaloense como Los Tigres, pregonó en la capital de Jalisco que “el mariachi se jodió”, porque la música mexicana más trascendente y que se imita en muchos países es la de grupos norteños, se crean “tigritos” por toda América Latina y eso forma parte del México “que viaja, flota, que se manifiesta” a pesar de las descalificaciones en el país.
Amor, triunfo, fracaso y traición
Pérez-Reverte anticipó que en la reunión en la explanada no habría canciones, sino que sería un “concierto de palabras”.
Dijo que durante la gira de Los Tigres en España, en agosto pasado, en la embajada de México se hizo una reunión similar con periodistas, porque dijo que “a veces se entiende mejor México por Los Tigres que por los novelistas más exitosos.
“El México moderno, de siempre, es una realidad tierna y violenta, dura y familiar, trágica y feliz, y el corrido norteño es la que mejor lo ha definido. México no se puede entender sin ese tipo de música. La palabra cultura se hace presente en esto; Los Tigres son cultura mexicana, hay que reconocerlo, desde hace mucho tiempo. Son cultura, como tal hay que tomarlos y es triste que en las universidades estadunidenses se trate como tema académico y cuando alguien quiere estudiar el corrido norteño vaya ahí, mientras que en México todavía se está considerando el corrido norteño y sus variantes como narco, fronterizo, se ve con recelo, como algo popular, conflictivo, mejor no hablar de ello, dejarlo oculto, prohibirlo”, agregó el autor español.
Los hermanos Hernández: Jorge, Luis, Eduardo y Hernán “no inventan ni califican, son notarios de una realidad; cuentan lo bueno y lo malo que sucede en el país”. Pérez-Reverte los calificó de periodistas, novelistas, ensayistas, de dar una visión cultural para un público masivo, “un trabajo más meritorio que el que hacemos Élmer y yo”.
Jorge dijo que aunque los lenguajes y las formas de narrar han cambiado desde finales de los años 60, cuando se iniciaron, las historias son las mismas: amor, triunfo, fracaso, traición. “Es lo que nos hace vigentes, pero lo principal es que cantamos la realidad de lo que la gente vive.”
Cuestionados sobre lo que se considera una apología del narcotráfico mediante sus canciones, Hernán dijo que es una realidad con la que han estado en contacto desde que vivían en Rosamorada, municipio de Mocorito, Sinaloa, con la que no están de acuerdo pero que reconocen, sin juzgar, que ha sido una alternativa para que muchos sobrevivan a la miseria.
–¿Y hasta dónde tienen contacto para conocer de fondo las historias del narco que luego cuentan? –preguntó alguien.
–Llegamos hasta donde están los archivos de los noticiarios, lo que los periodistas informan. Más allá no podemos ir –contestó Hernán.