■ La agresión o bullying se glorifica y se valora de forma positiva, revela informe
La violencia en las escuelas, fomentada por los medios y la familia: Didriksson
■ Los golpes e insultos son aceptados porque se considera que son parte de un juego, asegura
Ampliar la imagen El bullying encontró en Internet un lugar donde se ha expandido su difusión Foto: Tomada de You Tube
En los 15 años recientes la violencia verbal, física, sicológica y sexual conocida como bullying se ha agravado entre estudiantes de primaria y secundaria pública, principalmente porque se encuentra legitimada en el hogar, su mundo cotidiano y los medios de comunicación, donde se “glorifica y se valora de forma muy positiva la agresión, ubicándose como un acto heroico, convirtiéndose así en un modelo natural de relación interpersonal”, informó el secretario de Educación, Áxel Didriksson.
Durante la presentación de los resultados de la Encuesta sobre violencia en las escuelas del Distrito Federal, señaló que siete de cada 10 alumnos han sido agresores, víctimas o testigos del bullying, cuyas características son la intencionalidad, repetición, desequilibrio de fuerzas, la existencia de una víctima, así como la generación de un círculo de victimización, acompañado del silencio del agredido.
Tal situación provoca que los niños intimidados experimenten un sufrimiento real que puede interferir con su desarrollo social y emocional, así como en su rendimiento escolar, mientras quienes la ejercen aprenden conductas antisociales que poco les ayudarán en el futuro y probablemente perjudicarán a los demás. Asimismo, quienes presencian actos de violencia y no hacen nada pueden desensibilizarse ante situaciones de profunda desigualdad, señala el estudio.
De acuerdo con los resultados de la investigación, realizada por la Secretaría de Educación local y la Universidad Intercontinental (UIC) en 29 planteles, donde se entrevistó a 3 mil 480 alumnos, así como personal de las instituciones educativas y responsables de la crianza de los niños, se detectó que el maltrato verbal, mediante insultos, descalificaciones, apodos y groserías es el más común, y es aceptado por considerarse una “broma y parte del juego, aunque les incomoda”. Le siguen las patadas y el tocamiento del cuerpo del compañero.
El salón de clases y el recreo, explicó Didriksson, aparecen como espacios privilegiados para el ejercicio de la violencia, a diferencia del pasado, cuando era “a la salida” de clases. Las agresiones generan enojo y algunas veces tristeza, pero los menores dan por sentado que se les molesta por broma, diversión, debilidad, ser diferentes o porque se lo merecen, lo cual hace que “los agresores gocen y disfruten de esta situación de amedrentamiento hacia otros”.
El avance de la tecnología ha derivado también en la creación de un ciberbullying, en el que mediante Internet, programas de chat, videos y blogs se intimida y amenaza a este sector de la población.
Una de las primeras acciones para erradicar la violencia es la creación de un módulo para educación básica llamado Educación y Salud, como un área de estudio complementaria al currículum que abarque desde la educación para la salud, los alimentos, la cultura física, y el desarrollo humano integral hasta la perspectiva de los derechos humanos y las herramientas pedagógicas requeridas, lo cual se hará conjuntamente con la Secretaría de Salud local.
La propuesta, elaborada por un grupo interdisciplinario, señaló Didriksson, será presentada en enero a la Secretaría de Educación Pública para que se imparta una nueva materia en la que se aborde la formación ciudadana, para garantizar la no violencia y la seguridad de las escuelas en el año lectivo 2009-2010, a fin de evitar que esta problemática “continúe avanzando, principalmente en la secundaria, donde se ha agravado en las delegaciones con mayores carencias”.