■ Los responsables “van a pasar su vida en la cárcel”, advierte el presidente del gobierno español
Asesinan dos hombres al empresario vasco Ignacio Uría; las autoridades culpan a ETA
■ Había recibido numerosas amenazas de muerte por negarse a pagar el “impuesto revolucionario”
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El cuerpo de Ignacio Uría es cargado en una camilla por paramédicos en la localidad de Azpeitia
Foto: Reuters
Madrid, 3 de diciembre. Ignacio Uría, un empresario vasco de la construcción, de 70 años, fue asesinado a balazos hoy cuando se dirigía a un bar al que todos los días acudía a una partida de cartas, en lo que las autoridades atribuyeron a la organización armada ETA
Uría era el consejero de la empresa Altuna y Uría, y había recibido varias amenazas de muerte por negarse a pagar el llamado “impuesto revolucionario” y por participar en la construcción de la ruta ferroviaria de la “Y vasca”, que comunicará con un tren de alta velocidad a las tres capitales del País Vasco: Vitoria, Bilbao y San Sebastián.
Alrededor de la una de la tarde, cuando el empresario Uría se dirigía como todos los días a un bar de Azpeitia a jugar una partida de cartas, dos presuntos miembros de ETA lo interceptaron y le dispararon.
Recibió dos impactos de bala: uno en la cabeza y otro más en el pecho. Los miembros del servicio sanitario encontraron con vida al empresario, pero las prácticas de reanimación resultaron infructuosas y falleció a los pocos minutos.
El Ministerio del Interior español y los servicios policiales del País Vasco atribuyeron el asesinato a ETA, al informar que Uría recibió numerosas amenazas de muerte tanto en el pasado, por negarse a pagar el “impuesto revolucionario”, como en los últimos meses, por participar en este proyecto ferroviario.
El grupo armado vasco, que ha asesinado a 41 empresarios desde 1976, se ha mostrado en al menos dos comunicados contrario a la construcción de esta vía de alta velocidad, al considerar que no se ha consultado a la sociedad vasca vía referendo y porque alterará la geografía de la región.
Los presuntos etarras responsables del asesinato del empresario huyeron en un vehículo Alfa Romeo que fue robado horas antes y localizado después del atentado a solamente unos kilómetros y completamente calcinado.
Larga serie de atentados
ETA comenzó sus atentados contra el sector empresarial desde 1976, a los pocos años de su nacimiento, cuando numerosos colectivos y personas del País Vasco se unieron en respuesta a la dictadura militar de Francisco Franco con el propósito de lograr la independencia para las siete provincias vascas, Euskal Herria.
El último atentado de ETA al sector empresarial fue en 2000, cuando fue asesinado José María Korta, entonces máximo responsable de la patronal guipuzcoana.
Éste es el primer atentado del grupo armado desde la detención, el pasado 17 de octubre, de Garikoitz Aspiazu, conocido por el alias de Txeroki, y a quien se le atribuye la jefatura del aparato militar y la responsabilidad de los comandos etarras.
En lo que va del año, ETA ha matado a cuatro personas, incluido el empresario vasco: el 7 de marzo a Isaías Carrasco, ex concejal socialista en Mondragón; el 14 de mayo al guardia civil Juan Manuel Piñuel, en un atentado con coche bomba; y el 22 de septiembre al brigada del ejército español Luis Conde de la Cruz, también con coche bomba.
Tras conocer la noticia del atentado, el presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, lanzó dos mensajes a ETA: “Conocen la suerte que les espera: pasar su vida en la cárcel”, y que el asesinato del empresario “no va a frenar el proyecto (de la “Y vasca”), vamos a hacer la obra”.
Además, el jefe del gobierno expresó la “absoluta determinación de perseguir sin descanso” a los autores del crimen.
El líder de la oposición, el derechista Mariano Rajoy, del Partido Popular, afirmó que “la sociedad española ganará la batalla y vamos a derrotar pronto a la banda terrorista”.
Por su parte, el presidente del gobierno vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, dijo que “ETA nos está torturando a toda la sociedad con estos asesinatos” y añadió que Uría “era una persona buena como el pan. Esto se tiene que acabar”.