■ El proyecto, de investigadores de Ensenada, incluye tecnobiología de diagnóstico rápido
Desarrollan fármacos a partir de tiburones y caracoles de BC
■ Basado en anticuerpos y veneno de esos animales, el método será útil para enfermedades como tuberculosis, diabetes y varios cánceres
■ Es termoestable, lo que reduce costos
Ampliar la imagen Un integrante del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada muestra un Heterodontis francisis Foto: Olga A. Aragón Castillo
Ensenada, BC, 2 de diciembre. A partir de anticuerpos de tiburón y venenos de caracoles marinos, científicos del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) desarrollan tecnobiología de diagnóstico rápido y fármacos innovadores contra enfermedades infecciosas y crónico-degenerativas, como la tuberculosis y la diabetes, además de antinflamatorios útiles en trasplantes de córneas y en retinopatías.
En la información genética y bioquímica del tiburón de cuerno (Heterodontis francisis) y los caracoles marinos (Conus californicus, ximenis y regularis), endémicos de los litorales de Baja California, los científicos encontraron una cantidad invaluable de anticuerpos y toxinas, que codifican para diferentes enfermedades.
Venenos y anticuerpos de estas especies pueden usarse en el desarrollo de productos terapéuticos y reactivos de diagnóstico, más eficaces, rápidos y económicos para cáncer de mama, colon, cérvix, pulmón y próstata; VIH-sida, artritis, envenenamiento por picadura de alacrán e inclusive para salvar la vida de personas intoxicadas por sobredosis de drogas, como la cocaína, comentó el doctor Alexei Fedórivish Licea Navarro, titular del departamento de Biotecnología Marina del CICESE, quien encabeza al equipo de 11 investigadores encargado del proyecto.
Ventajas
La biotecnología para diagnóstico y los fármacos creados con esas especies, son termoestables, por lo que no requieren refrigeración; esto reduce el costo de transportación y permite enviarlos hasta los sitios más recónditos, destacó Licea.
Jorge Paniagua Solis, director de investigación de Laboratorios Silanes, informó que esta empresa mexicana, fundada en 1943, financia con 10 millones de pesos el proyecto, emprendido hace dos años en el CICESE.
De acuerdo con el convenio de transferencia de tecnología –que protege la autoría intelectual de los científicos del CICESE, a la vez que cede la propiedad jurídica del paquete tecnológico, resultado de la investigación, a la empresa farmacéutica–, en el transcurso de 2009 se habrá elaborado el primer producto para el diagnóstico rápido de enfermedades infecciosas y en 2010 se efectuarán los estudios clínicos de los nuevos medicamentos para el tratamiento de tuberculosis y diabetes.
Luego de destacar la importancia de estos aportes para la medicina, Alexei Licea explicó que, en el caso de la tuberculosis, las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que una de cada tres personas en el planeta está infectada, debido a que muchas cepas se han hecho resistentes a medicamentos de hace 50 o 60 años.
Con la transferencia de tecnología que el CICESE hace a Silanes se creará un reactivo de diagnóstico de tuberculosis sencillo y rápido, el cual consiste en el examen de una gota de sangre, prueba que en cinco minutos permite determinar si la persona padece o no el mal. En la actualidad se practica un cultivo, cuyos resultados tardan de tres a cuatro meses.
Los reactivos para el diagnóstico rápido se obtienen de las proteínas de los anticuerpos del tiburón, precisaron los doctores Paniagua y Licea, tras comentar que el Heterodontis francisis, pequeño escualo que excepcionalmente alcanza 1.20 metros de largo, posee, como todos los tiburones, un genoma inmunológico de mil millones de anticuerpos, que da al animal una gran sobrevivencia, como lo confirma su antigüedad de más de mil años, mayor a la de los dinosaurios.
En el caso de la diabetes, los beneficios son importantes si se considera que, de acuerdo con cifras de la OMS, 10 por ciento de los mexicanos son diabéticos y se estima que para 2025 una cuarta parte de la población mundial padecerá esa enfermedad, indicó Paniagua.
Licea explicó que con la gama de 100 a 200 toxinas del Conus californicus, caracol marino de veneno similar al del alacrán, que no puede reproducirse en el laboratorio, se producirán medicamentos que permiten disminuir la glucosa en la sangre de los diabéticos.
Potencialmente, de las toxinas de 10 especies de caracol, que investiga el equipo del doctor Licea, se pueden generar diversos medicamentos, inclusive para combatir células cancerosas y neutralizar moléculas de drogas, como la cocaína, para evitar la muerte por sobredosis. “Químicamente se secuestran las moléculas de las drogas, de las células cancerosas, de diversos padecimientos, impidiendo que actúen sobre el organismo”, explicó el científico.
Academia, gobierno e industria
Federico Graef Ziehl, director general del CICESE, dijo que el proyecto “es un ejemplo exitoso de lo que llamamos triple hélice: vinculación entre academia, gobierno e industria”.
El CICESE, creado en 1973 por el gobierno federal, es la institución más grande de las 27 que conforman el Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Graef Ziehl enfatizó, en conferencia de prensa para difundir los avances del proyecto, que éste cumple la misión esencial del centro: “generar conocimiento y tecnología que contribuya a la solución de los problemas universales, nacionales y regionales, realizando investigación básica y aplicada y formando recursos humanos a nivel posgrado en ciencias biológicas, físicas, de la información, del mar y de la tierra, dentro de un marco de responsabilidad, ética y liderazgo en beneficio de la sociedad”.
Laboratorios Silanes podrán comercializar los fármacos y sistemas biotecnológicos generados por el Cicese a partir de la biblioteca de anticuerpos de tiburón y el estudio de toxinas de caracoles.
Conacyt recibirá a cambio recursos frescos para la investigación científica, además de 2.5 por ciento de las regalías por la comercialización de esos productos, informó el maestro Carlos Gerardo López Hernández, jefe del departamento de proyectos especiales y propiedad intelectual del CICESE.