■ La polémica obra de Fox, calificada de “faraónica”, inicia nueva etapa

Con sigilo, reabren las puertas de la megabiblioteca Vasconcelos

■ Para el inmueble de Buenavista se han erogado más de mil 200 millones de pesos, según cifras oficiales

■ Director jurídico del CNCA no descarta que pueda utilizarse para actividades privadas

Mónica Mateos-Vega

Sin bombos ni platillos, de forma casi imperceptible para los transeúntes, en punto de las 10 de la mañana de ayer la Biblioteca Vasconcelos reabrió sus puertas, luego de permanecer cerrada 20 meses para “corregir” una serie de “fallas” que afectaban su funcionamiento.

Al cancelarse el proyecto de un nuevo aeropuerto, la construcción del recinto se convirtió en la iniciativa más importante de la administración de Vicente Fox. Polémica desde un principio por sus dimensiones, fue considerada por algunos intelectuales como una obra “faraónica”, de ahí el apelativo de “megabiblioteca”.

Estuvo abierta apenas nueve meses. Su inauguración ocurrió el 16 de mayo de 2006 en medio de severas críticas, debido a que no se encontraba en condiciones de brindar servicio al público, pero el presidente Fox quería presentarla antes de que la ley le prohibiera promover obras previo al arranque de las campañas electorales.

La polémica se recrudeció al marcharse Fox. Fue la Secretaría de la Función Pública la que ordenó en marzo del año pasado la suspensión de labores, al detectar trabajos inconclusos en las instalaciones y problemas en el manejo del presupuesto. De los 900 millones que se dijo costaría en un inicio, la edificación del inmueble así como los trabajos derivados de su apertura prematura han requerido hasta la fecha poco más de mil 200 millones de pesos, según cifras oficiales, aunque hay quienes opinan que las cuentas alcanzan los 2 mil millones.

Una nube de fotógrafos y reporteros esperaba captar a los primeros usuarios al franquear la entrada. Pasaron varios minutos antes de que Francisco Navarrete, joven preparatoriano, acompañado por su madre, se animaran a entrar al recinto de Buenavista.

“Es la primera vez que vengo, no la conocía, sólo por las noticias; creo que cuando Vicente Fox inauguró la biblioteca lo hizo sólo para pararse el cuello, ahora que dicen que ya está lista espero que realmente ofrezca un buen servicio”, señaló el muchacho, quien dijo vivir en Cuautitlán y haber llegado en el tren suburbano.

El director general de Bibliotecas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Federico Hernández Pacheco, propuso una visita guiada para la prensa, con el propósito de mostrar las “novedades” del recinto.

Explicó que no se realizó una ceremonia de apertura con la presencia, por ejemplo, del titular del CNCA, Sergio Vela, “porque la biblioteca ya fue inaugurada en su momento; ahora se trata de dar una mejora continua a todos los trabajos que aquí se realizan”.

Aseguró que esta semana se conocerá al director de la Vasconcelos –la cual permanece acéfala desde el 15 de agosto de 2007, luego de la renuncia del escritor Ignacio Padilla– y que en breve concluirá el proceso administrativo de entrega del inmueble al CNCA.

Fincar responsabilidades: diputado

Más ordenada, con los libros colocados en sus correspondientes anaqueles, así como salas de lectura decoradas con tapetes, mobiliario nuevo y cuadros de la exposición Fotografía microscópica, la biblioteca ofreció un ambiente más hospitalario a los pocos usuarios que acudieron durante la mañana.

En pleno recorrido, Hernández Pacheco fue abordado por la concesionaria del restaurante Míster Arrachera, Vanessa de la Llata, quien le solicitó se diera solución al problema que afronta luego de que su negocio, que sólo operó durante tres meses dentro de la megabiblioteca (entre enero y marzo de 2007), tuvo que cerrar sin previo aviso, lo cual le ocasionó pérdidas millonarias.

La restaurantera denunció que durante el tiempo que operó su negocio se realizaron al menos 50 actos privados en las instalaciones de la megabiblioteca (de Microsoft y Vitro, entre otras empresas), por lo que la obligaban a cerrar temprano.

El director jurídico del CNCA, Gildardo López, debió entrar al quite para explicar a la prensa que se está en pláticas con la concesionaria para solucionar sus peticiones. En cuanto a la realización de actos privados, dejó abierta la posibilidad de llevarlos a cabo: “depende bajo qué esquema será, porque hablar de un impedimento absoluto a la participación privada es difícil hoy día, pero catálogos y eso no se harán”.

Gustavo Reynoso, encargado de despacho de la gerencia de construcción y supervisión del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed, antes Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas, CAPFCE), aseguró que ya no tienen trabajos pendientes en la megabiblioteca: “lo único que se está haciendo ahorita es lavar los cristales, algo que no se había hecho en dos años”.

Dijo que en total se han invertido mil 224 millones 350 mil pesos, y desglosó: mil 200 millones de pesos invertidos en la obra, 5 millones 200 mil aportados por el CAPFCE, 17 millones 700 mil provenientes del CNCA y, “para los últimos detalles”, un millón 450 mil pesos.

Se espera en los próximos días el arribo masivo de las personas que ya tienen credencial de usuario, la cual se renovará, sin costo, por dos años, así como de nuevos visitantes.

El diputado José Alfonso Suárez del Real realizó también un recorrido por las instalaciones de la megablioteca, al término del cual señaló que si bien se ha cubierto 90 por ciento de las obras de reparación comprometida, “reiteramos que este hecho administrativo no exime, en ningún momento, nuestra exigencia de fincar las responsabiliades a quien o quienes resulten responsables por los daños que obligaron a su cierre”.