■ Temen en Los Pinos que la crisis financiera reste votos al blanquiazul

Calderón, ante el reto de que el PAN gane comicios en 2009

■ Anticipan en análisis que el caso Silvia Vargas puede “reventar todo”

Claudia Herrera Beltrán

Con la mira en las elecciones de 2009 y en atajar la crisis económica, Felipe Calderón inicia mañana el segundo tercio de su gobierno. En Los Pinos el escenario desde ahora se antoja “complicado” para que su partido, Acción Nacional (PAN), logre mayoría en la Cámara de Diputados, y en todo caso, la expectativa consiste en mejorar los resultados obtenidos en los comicios intermedios de 2003, año de retrocesos para el blanquiazul.

Esto, porque en el círculo cercano del Presidente observan a los priístas “del brazo” y fortalecidos en cierta medida por la interlocución privilegiada que han tenido con el Ejecutivo, aunado a la situación económica del país que, anticipan, si se dificulta puede “pegar” en el ánimo de los votantes.

Aun en ese escenario adverso, fuentes consultadas prevén que el michoacano no tenga operación abierta en los comicios, como su antecesor, Vicente Fox. Lo que sí buscará es incidir mediante la proyección al electorado del “buen gobierno” y con el envío al blanquiazul de algunos de sus hombres de confianza, como Germán Martínez y César Nava.

Por lo pronto, hoy en Palacio Nacional el balance que el michoacano presentará será positivo tras la concreción de cinco reformas estructurales, hecho que sus allegados esperan sea tomado en cuenta por el electorado como muestra de la capacidad de este gobierno para lograr cambios, aunque sea en una lógica gradualista.

Descrito por sus colaboradores como “sumamente meticuloso, que evalúa escenarios constantemente”, Calderón soltó en septiembre pasado que le tienen “sin cuidado” las descalificaciones sobre su capacidad de estratega político. “La verdad es que en su tiempo veremos”, respondió casi retador en torno a 2009.

Tras un año de derrotas electorales para el blanquiazul que, comentan los colaboradores del Presidente, estaban previstas, su habilidad de estratega político estará a prueba con elecciones en 13 estados, seis de los cuales cambiarán gobernador y con la renovación de la Cámara de Diputados.

Según información obtenida por La Jornada, la expectativa del gobierno federal es que el PAN pueda mejorar los números logrados en la elección intermedia del sexenio de Fox, en 2003, cuando obtuvo 151 curules, 54 diputaciones menos que en 2000 y 56 menos que en 2006, así como recuperar Nuevo León, donde dicen tener amplias posibilidades de ganar.

Lo cierto, señalan en la casa presidencial, es que esta cita a las urnas “paralizará” algunos proyectos del gobierno. “No tendremos capacidad de maniobra para transitar hacia algo nuevo” en cuanto a reformas, explican.

Calderón aspira a ganar la mayoría en el Congreso, e intentará hacerlo dentro de su trabajo y responsabilidad, dicen en Los Pinos; sin embargo, desde ahora advierten escollos, pero no una debacle.

Uno es que la reforma electoral –dicen– “afecta” a AN, porque limitará sus posibilidades de hacer campaña “por aire”, en medios de comunicación, base de su estrategia, mientras el PRI dispondrá de una estructura muy amplia en el país que le permitirá hacer propaganda por tierra.

Ante ello, el Presidente tiene claridad “que debe hacer su chamba y el trabajo hablará por sí solo”, mientras la tarea del PAN será “trasladar el buen manejo del gobierno al electorado”.

Otro punto en pro del tricolor es que la baja perredista en las preferencias electorales lo beneficia más que a AN, según su prospectiva.

Por eso, en Los Pinos están convencidos de que les conviene un PRD con fuerza, aunque prevén que 2009 será de definiciones y se presentarán los “rompimientos reales” en el seno del sol azteca, y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, debería definir si se desmarca o no de Andrés Manuel López Obrador.

Economía y seguridad

Otros dos elementos “pueden pegar” al PAN, según los análisis internos. Uno es el reflejo de la economía internacional, cuyos efectos, mencionan, aún son imprevisibles. Si bien las encuestas revelan que los mexicanos no atribuyen directamente al Presidente la mala situación económica, está claro que si se hace un manejo inadecuado y no se generan empleos al final sí afectará la percepción de la opinión pública sobre el gobierno. “Pero si mantenemos la economía ayudamos al PAN.”

La seguridad es otro elemento que puede jugar contra el panismo, ya que, afirman, un caso grave y “mediáticamente fuerte”, como ha sido, por ejemplo, el secuestro de la hija de Nelson Vargas, puede eventualmente “reventar todo”.

En tal situación, ven como reto que la ciudadanía evalúe con equilibrio los resultados obtenidos en la materia y consideren el esfuerzo del gobierno en limpiar la policía que, sostienen en la casa presidencial, “es un “muladar”.

Tras la muerte de Juan Camilo Mouriño, estrecho colaborador, amigo del Presidente y quien comenzaba a tener “fuerte presencia mediática”, fuentes de Los Pinos reconocen que el PAN dejó de tener una figura atractiva, a diferencia del PRI, que ya cuenta con un candidato perfilado para 2012, el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto.

A la distancia no se ve ningún aspirante y quienes quieran serlo tendrán que “trabajar duro”, como Mouriño tenía que hacer como secretario de Gobernación, para no repetir la historia de inoperancia de Santiago Creel en Bucareli.

En Los Pinos insisten en que Calderón aún no tiene en mente la sucesión presidencial, sino atender una administración que siempre ha estado “cuesta arriba”.