■ Para transformar el campo hay que saber interpretar las nuevas realidades económicas, dice

Recomienda el titular de Sagarpa cultivar para la producción de biocombustibles

■ Agradece a la Cámara de Diputados que en 2009 el agro “contará con mayores recursos”

Carolina Gómez Mena

De acuerdo con el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Alberto Cárdenas Jiménez, contar con mayores recursos para el campo “no es suficiente”, si éstos no se usan de la forma adecuada. En tal sentido expuso que es necesario que “cada peso se aplique justo donde se necesita, donde puede impactar en el desarrollo social, en el cuidado al medio ambiente y en la capitalización de los productores para aumentar la productividad y sus ingresos”.

Al inaugurar el 25 Congreso Nacional Extraordinario de la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM), el funcionario agradeció la “inestimable” participación de las organizaciones campesinas y la “actitud constructiva” de la Cámara de Diputados, dado que para 2009 el campo contará en el presupuesto con mayores recursos. “El campo tendrá una asignación sin precedente de 235 mil 858 millones de pesos, por medio del programa especial concurrente (PEC)”, destacó.

Asimismo, anunció que el próximo año será un parteaguas para el campo mexicano, porque se iniciará la siembra de cultivos industriales que abastecerán de insumos para la producción de biocombustibles.

“Ya se trabaja en 160 parcelas experimentales de sorgo dulce, higuerilla y jatropha, de donde se obtendrán semillas y se medirán rendimientos. Se estima que al término de 2012, más de 300 mil hectáreas de cultivos industriales destinen sus cosechas a la producción de biocombustibles”.

Ante esto el funcionario hizo un llamado a todas las organizaciones campesinas a que “aprovechen las tierras subutilizadas, las parcelas que se encuentran en el semidesierto mexicano, las tierras flacas y pobres para que las destinen a la producción de biocombustibles”.

También hizo hincapié en que “los tiempos del autoritarismo y del uso político de los programas del campo son cosa del pasado”, y aseguró que la política pública para el campo “busca apoyar los potenciales productivos de quienes viven del agro, impulsar la igualdad de oportunidades, todo ello con miras a hacer del campo mexicano un campo ganador”.

Aprovechó para comentar que la Sagarpa “ha avanzado en el ordenamiento y compactación de los programas, al pasar de 55 a ocho; ha simplificado las reglas de operación para lograr una mayor focalización de los recursos, cuenta con 13 estrategias para atender el sector, y hay sustantivos avances en el cambio y adaptación del marco jurídico”.

Sostuvo que ante el “desfavorable entorno internacional, la responsabilidad del gobierno y de todos los agentes de transformación del campo es aguzar la capacidad de interpretación de las nuevas realidades económicas, para que sus efectos adversos nos encuentren lo menos vulnerables”, y agregó que “todo este cambio de escenarios exige ajustes y reforzamientos de políticas públicas”.