■ Exigen certificados médicos de no padecer enfermedades infecciosas o taras mentales

Aplican consulados de España en México medida discriminatoria a solicitantes de visa de estudios

■ No se otorgará el permiso a personas con VIH/sida; ONG de Barcelona presenta protesta

Jaime Avilés

Desde Barcelona, el Observatorio de Derechos Humanos y VIH/Sida de la Red Comunitaria 2002 denuncia que en los consulados del gobierno español en el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey, las personas “de la nacionalidad que sea”, que deseen solicitar una visa de estudios para permanecer más de 90 días en el reino, deberán presentar un certificado médico, “expedido por un hospital o insititución pública”, que demuestre que no están enfermas de sida.

Extraído de un documento oficial que obra en poder de este diario, y penúltimo de una larga lista de requisitos que deben ser cubiertos por los aspirantes, el relativo a la salud dice: “Certificado médico (expedido por un hospital o institución pública) que acredite no padecer enfermedades infecciosas, cuarentenables, mentales o similares ni presentar drogodependencia; acompañado todo de análisis de VIH, VDRL y antidoping”.

La organización no gubernamental aseguró que durante los últimos tres meses ha recabado quejas de solicitantes de visas de estudio que fueron obligados a presentar certificados de salud, con las exigencias arriba descritas, en los consulados generales de España en la ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. La copia fotostática sobre la que se basa esta nota fue expedida por la oficina consular del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la capital de Nuevo León.

Ante esta anomalía, que considera “discriminatoria”, María José Vázquez, presidenta de Red2002, escribió al ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Angel Moratinos, para “poner en su conocimiento estos hechos que consideramos inaceptables, ya que denegar la entrada o la estancia, total o parcialmente, a personas que viven con VIH vulnera sus derechos, los estigmatiza y discrimina, además de atentar contra la libertad de movimiento, una consideración respaldada por multitud de informes y convenios internacionales”.

La carta dirigida al ministro añade: “La restricción de entrada basada en una serología positiva al virus de inmunodeficiencia humana es una medida que está ‘más que demostrada que no protege la salud pública’, según el informe realizado conjuntamente por la Sociedad Internacional del Sida (IAS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Población de la ONU, entre otras instituciones, y distribuido, paradójicamente, en la ciudad de México durante la 17 Conferencia del Sida celebrada en agosto de este año”.

Al preguntarle al canciller español “cuál es la postura de su ministerio” al respecto, la presidenta de Red2002 le recuerda que desde el 2 de marzo de 1999, la Dirección de Asuntos Jurídicos y Consulares de la dependencia que él mismo actualmente encabeza informó que el Ministerio de Sanidad declaró oficialmente que “no consideraba que existieran enfermedades infecciosas o parasitarias que impidan la obtención del visado o permiso (de residencia), por lo que no tenía previsto designar ninguna enfermedad” que fuera objeto de sanciones discriminatorias o restrictivas.

Luego de expresarle a Moratinos que lo anterior consta en el informe del Defensor del Pueblo (equivalente en México a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos) “correspondiente al año 1999 en el apartado de certificaciones médicas y visados”, le pregunta, en forma por demás enérgica: “¿Cómo es posible que esta petición (de certificado médico sobre sida) continúe vigente en los consulados españoles sitos en la República Mexicana”.

Enviada el pasado 20 de noviembre, la carta no ha merecido aún ninguna respuesta de la cancillería española. Red2002 aseguró que al realizar una investigación exhaustiva acerca de esta política discriminatoria, descubrió que en el consulado honorario de Hermosillo, Sonora, dependiente del consulado español de Monterrey, “una persona confirmó por la vía telefónica que ‘se deniega el visado si la prueba es positiva al VIH’”.

Pese a toda la documentación internacional que España ha suscrito para tutelar los derechos de los enfermos de sida, en la página eléctrónica del Ministerio de Asuntos Exteriores correspondiente al consulado general en Monterrey “también se solicita la prueba del sida al exigir un perfil de donador que incluya análisis serológicos de VIH, sífilis y hepatitis B”, documenta María José Vázquez en su carta.

La Red Comunitaria sobre el VIH/Sida del Estado español (Red2002) es una organización solidaria, integrada por personas seropositivas y que trabajan en el ámbito de los enfermos, o bien sólo están interesadas en el tema. Desde hace dos años, al menos, España ha tomado medidas cada vez más duras para contener la creciente migración de jóvenes mexicanos a su territorio, llegando al extremo de devolver en el siguiente avión, de regreso a México, a turistas recién llegados y con todos sus papeles en orden.