■ Militantes opositores mantienen tomados dos aeropuertos
Premier tailandés decreta el estado de excepción; rumores de golpe
Bangkok, 27 de noviembre. El primer ministro tailandés, Somchai Wongsawat, llamó hoy al ejército a que permanezca en los cuarteles, en medio de crecientes rumores sobre un posible golpe de Estado, y ordenó a la policía que recupere los dos aeropuertos de la capital –tomados por miles manifestantes antigubernamentales–, en donde ya decretó el estado de excepción.
Luego de reunirse de manera urgente con su gabinete en la norteña localidad de Chiang Mai, Somchai urgió a las fuerzas de seguridad a retomar el control de las terminales aéreas de Suvarnabhumi (para vuelos internacionales) y Don Muang (para vuelos nacionales), capturadas por militantes del partido Alianza Popular para la Democracia (APD).
El gobierno de Tailandia está inmerso en una grave crisis política desde hace varios meses a causa de las protestas de la oposición, que pide la renuncia de Somchai por considerarlo un “títere” corrupto del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, un empresario de las telecomunicaciones que gobernó el país entre 2001 y 2006, año en que fue derrocado mediante un golpe de Estado.
Como respuesta a las marchas y bloqueos de protesta, un grupo simpatizante del gobierno amenazó con salir a las calles a enfrentarse con los opositores, y la noche del pasado miércoles se escucharon disparos en los alrededores de la sede gubernamental, tomada desde agosto por el APD, aunque no se reportaron heridos.
A pesar de la orden de Somchai, cuñado de Thaksin, no se sabe si la policía verdaderamente retomará por la fuerza los dos aeropuertos de Bangkok, ya que en septiembre pasado también se declaró de forma parcial el estado de excepción, pero las fuerzas de seguridad se negaron a dispersar o detener a los manifestantes.
Para aliviar los estragos que ha causado el bloqueo de las terminales aéreas –con miles de turistas varados y y pérdidas económicas por 3 mil millones de dólares–, el gobierno anunció que habilitará la antigua base militar de U-Tapao, ubicada a unos 145 kilómetros al sureste de la capital.
El de por sí tenso ambiente político en Tailandia se enrareció todavía más el pasado miércoles, cuando el jefe de las fuerzas armadas, el general Anupong Paojinda, llamó al primer ministro a disolver el Parlamento y convocar a elecciones anticipadas para resolver la crisis, aunque negó que vaya a dar un golpe de Estado.
Somchai, quien fue elegido apenas en diciembre de 2007, argumentó que su gobierno es “legítimo” y en un mensaje televisado a todo el país advirtió que no dejará el cargo.