■ Continúan las “operaciones de limpieza” en los lugares tomados por los comandos
Desmiente el ministro de Defensa paquistaní que su país esté implicado en los atentados
■ Calcula la policía que en el hotel Oberoi podría haber hasta 200 rehenes de los comandos islamitas
Ampliar la imagen Comandos de elite desembarcan en el centro judío ortodoxo Foto: Reuters
Ampliar la imagen Un policía saca del hotel Taj a uno de los pasajeros atrapados Foto: Reuters
Bombay, viernes 28 de noviembre. Continuaban en las primeras horas de hoy las “operaciones de limpieza” en los lugares que fueron tomados por los islamitas que el miércoles causaron al menos 130 muertos.
“No podemos decir con toda certeza que ya no quedan terroristas en el hotel”, afirmó un portavoz de la policía india a los medios de comunicación.
Hasta el cierre de esta edición, se calculaba que en el Oberoi podía haber aún hasta 200 rehenes. El otro hotel de lujo atacado, el Taj, fue casi completamente despejado por comandos, y solamente quedaba un militante herido escondido en el edificio, informaron las autoridades locales.
Dos fuertes explosiones se produjeron a primera hora de hoy cerca de un centro judío, donde se cree que militantes islamitas están escondidos. Poco después el ejército comenzó a atacar el recinto.
Policía y comandos del ejército rodearon el lugar y rechazaron comentar la operación de seguridad que llevaban a cabo.
Un diplomático israelí aseguró que un número indeterminado de personas, incluidas probablemente algunas de nacionalidad israelí, se encontraban en el interior del centro judío ortodoxo. Ocho fueron liberadas el jueves anterior por los comandos militares.
Estos hechos ocurrieron al día siguiente de los atentados perpetrados en Bombay por hombres armados con fusiles de asalto y granadas que atacaron los citados dos hoteles y otros ocho lugares, entre ellos la estación ferroviaria central, un café y un hospital.
Los atentados fueron reivindicados por los Mujaidines del Decán, por el nombre de la meseta que cubre gran parte del centro y del sur de India.
Arrestan a tres activistas
El primer ministro indio, Manmohan Singh, declaró que los “terroristas” llegaron “de fuera del país”. La agencia Press Trust of India anunció que en la operación policial en el Taj fueron arrestados tres hombres, uno de nacionalidad paquistaní e identificado como Ajmal Amir Kamal.
Los arrestados son, además, militantes de Lashkar e Taiba, un grupo con base en Pakistán que en 2001 atacó el Parlamento indio, según fuentes oficiales citadas por la agencia de noticias.
Lashkar e Taiba, uno de los grupos milicianos islamitas más grandes al sur de Asia, negó participación alguna en los ataques
Por su parte, el ministro de Defensa paquistaní negó toda implicación de Islamabad en los sucesos de Bombay. “No dejamos lugar a dudas: Pakistán no está implicado”, dijo Ahmed Mujtar.
India sufre desde hace tres años cerca de un atentado por trimestre, si bien este ritmo se aceleró desde noviembre de 2007.
Nueva Delhi acusa a menudo a los grupos islamitas basados en el vecino Pakistán de ser los responsables de esos ataques en su territorio. Las autoridades indias también acusan a Bangladesh, otra nación con población musulmana, también vecina de India.
India y Pakistán, que son dos potencias nucleares y rivales desde su fundación, en 1947, iniciaron en 2004 un difícil proceso de paz, que no ha sido exitoso.
La Interpol solicitó que las autoridades indias comparen las huellas digitales y las muestras de ADN de los “terroristas” detenidos o que murieron después de los atentados con las bases de datos que contienen información sobre criminales a escala mundial.
Además, el organismo policial ofreció colaborar con las autoridades indias para esclarecer la serie de atentados.
Por último, la comunidad internacional continuó emitiendo condenas a los ataques y condolencias a India. Bangladesh, la Comisión Europea, los gobiernos de Francia y Alemania así como el papa Benedicto XVI deploraron por separado los ataques contra la capital financiera de India.