■ El pensador holandés presenta en México su libro Adelante, ¡contradígame!
Hay filósofos que se encierran en sus ideas y no saben lo que dicen: Ger Groot
■ Deben ser gente que tenga algo que decirle al mundo y formar parte de la vida diaria, asegura
Ampliar la imagen El filósofo holandés Ger Groop, durante la entrevista con La Jornada Foto: Cristina Rodríguez
Alejado de las certezas incuestionables y de las visiones totalizadoras –porque siempre han terminado en “desastres”, dice–, y más cercano a la búsqueda y el intercambio de reflexiones para seguir abriendo puertas e interrogantes, el pensador holandés Ger Groot sostiene: hay filósofos que a veces ni ellos mismos saben lo que están diciendo, encerrados en sus ideas, en la academia, los cubículos, sin cotejar las otras realidades.
En ése y otros sentidos, la filosofía es más “un arte y un oficio” en busca de sabiduría que una ciencia, considera Groot, entrevistado por La Jornada debido a la publicación en español de su libro Adelante, ¡contradígame!; filosofía en conversación (Ediciones Sequitur), que se presentó ayer miércoles en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y que este jueves será comentado a las 12 horas en la Facultad de Ciencias Políticas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
El volumen reúne charlas de este profesor de la Universidad Erasmo de Rotterdam, de Bélgica, con 18 filósofos de diversas vertientes: Theo de Boer, Hans-Georg Gadamer, René Girard, Leszek Kolakowski, Julia Kristeva, Claude Lefort, Alvin Plantinga, Paul Rocoeur, Richard Rorty, Rüdiger Safranski, Fernando Savater, Tzvetan Todorov y Gianni Vattimo, entre otros.
El titulo original de este libro en holandés, Twee zielen, se traduce como “dos almas”, referido de varios modos a quienes dialogan y comparten puntos de vista incluso encontrados, pero también a la expresión de Goethe “tengo dos almas en mi pecho”, respecto de que una persona está dividida en sí misma.
Es decir, la visión de esa misma persona se encuentra dividida “porque las cosas de la vida son demasiado ambiguas para estar captadas dentro de un pensamiento único”, dice Groot.
Y es entre ambos planteamientos sobre las dos almas que oscilan las conversaciones de este filósofo con sus homólogos, con el fin principal de comprenderse entre ellos y de ser comprendidos por sectores sociales más amplios.
Monólogos contra diálogos
–¿Hay más monólogos que diálogos en las sociedades actuales? –se le pregunta en una amplia charla en un hotel del Centro Histórico.
–El problema es que la filosofía misma tiene cierta tendencia a monologar, porque en muchos casos toma como punto de partida la razón, que es una razón cartesiana, encerrada en sí misma, que tiene como modelo la ciencia. Y eso desemboca en un tipo de estructura, un tratado tradicional de la filosofía, estilo Hegel, por ejemplo, en el cual se trataba de capturar toda la existencia. Ello tiene un gran atractivo porque desde ahí se domina, o al menos da la ilusión de dominar, el mundo exterior. Tú eres el maestro, estás casi en la posición de dios. Una posición así siempre desemboca en el desastre, porque la realidad no es tan unívoca que se pueda capturar en un pensamiento tal. Siempre hay que dejar el espacio libre para las cosas que escapan al planteamiento único. Entonces, es absolutamente fundamental el hecho de que haya varios puntos de vista, varias voces implicadas en este pensamiento, que se corrijan entre ellos.
Ese planteamiento, dice, viene del romanticismo y de pensadores como Isaiah Berlin (1909-1997), que Groot no pudo entrevistar antes de morir. El mundo, decía Berlin, no reposaba en una “idea única” o una “armonía última”, planteado por Platón o el cristianismo, por ejemplo, e incluso por la ciencia, en la que aún subyace la búsqueda de leyes físicas para crear un modelo que interprete al mundo.
Todo eso fue muy criticado por Nietzsche y antes puesto en duda por otros como Schopenhauer, para quien la base de todo no era la armonía, sino más bien la “desarmonía”, no la razón sino la violencia, algo que después se vio de algún modo en sicología con Freud.
“Ahora, en el siglo XXI, nuestro pensamiento es un conjunto un poco inestable entre, por un lado, unas luces que han seguido la idea del planteamiento científico, racional, con una razón que explica todo, y por otro lado, la otra alma en nuestro pecho es esta idea del romanticismo que pone en duda esa posibilidad. Y de esto surge una filosofía muy diferente de la que podrían hacer Descartes, santo Tomás de Aquino o Platón, por ejemplo.”
–Suele considerarse a la filosofía como de poca utilidad y se habla, por ejemplo, de su rezago respecto de la realidad, pero otros hablan de su importancia para entender el mundo.
–La filosofía no tiene una utilidad tal como la ciencia, por ejemplo la física, porque no hacemos nada, ni medicinas ni máquinas ni nada. Lo que hace es pensar, indagar, tratar de ver y entender lo que generalmente no se ve.
Existen tres “grandes amenazas” en el mundo, sintetizó: el cambio climático por el desastre ecológico que la humanidad ha provocado en la Tierra; una guerra mundial diferente a la primera y la segunda, no convencional, y la confrontación de culturas y religiones.
Ger Groot habló acerca de la necesidad de que la filosofía tenga mayor importancia en asuntos diversos de la vida, por ejemplo la política, aunque con una sana distancia respecto del poder para no perder su sentido original.
–¿Quiénes son los filósofos?
–Son gente que tiene algo que decirle al mundo.