Usted está aquí: jueves 27 de noviembre de 2008 Cultura Abre nuevo espacio de la galería Kurimanzutto con Anaqueles

■ El recinto, ubicado en la colonia San Miguel Chapultepec, comenzará a trabajar el sábado

Abre nuevo espacio de la galería Kurimanzutto con Anaqueles

■ El espacio tiene 450 metros cuadrados para exposiciones y todas sus áreas pueden ser intervenidas, señalan

■ El crecimiento, consecuencia de la consolidación mundial de los artistas

Merry MacMasters

Ampliar la imagen José Kuri, Gabriel Orozco y Mónica Manzutto recorren las instalaciones de la nueva galería Kurimanzutto José Kuri, Gabriel Orozco y Mónica Manzutto recorren las instalaciones de la nueva galería Kurimanzutto Foto: Yazmín Ortega Cortés

En la medida que “la consolidación internacional de los artistas se ha dado gracias al trabajo de base en México”, la galería Kurimanzutto inaugurará su nuevo espacio, remodelado por Alberto Kalach, el sábado 29, de 13 a 16 horas, en la calle Gobernador Rafael Rebollar 94, colonia San Miguel Chapultepec.

La antigua maderería y en fechas recientes pastelería abrirá sus puertas con la exposición colectiva –bautizada Anaqueles ayer por Gabriel Orozco– que refleja el espíritu con que Kurimanzutto empezó hace nueve años, mediante el proyecto que duró un día, Economía de mercado, que ocupó dos puestos del mercado Medellín. Es decir, un trabajo en equipo en que participan todos.

Hace tiempo que los galeristas José Kuri, Mónica Manzutto y sus 17 artistas sintieron que les faltaba espacio. Habían hecho algunas exposiciones en un departamento rentado de la avenida Mazatlán, luego las trasladaron a una bodega de su propiedad en Juan de la Barrera, que ahora sirve también de taller para los artistas. A lo largo de dos años “buscamos un sitio en distintas colonias de la ciudad. Nos importó mucho encontrar un lugar que pudiéramos remodelar como siempre hemos hecho: tomar los espacios y jugar con las reglas que ya existen”, expresó Manzutto.

El nuevo espacio, que rebasa el concepto de galería tradicional, “tienda y escaparate”, tiene mil metros cuadrados de planta y 450 metros cuadrados destinados a exposiciones, sin contar las áreas abiertas, como el patio. De hecho, cualquier rincón del edificio es susceptible a ser intervenido, como se acostumbra en el arte de hoy. Aún se ultiman los detalles de las oficinas, que quedarán al frente, en una planta alta. El área de biblioteca de consulta está justo antes de entrar a la gran nave.

Para José Kuri todo ha sido una consecuencia lógica del “trabajo de los artistas y el nuestro”. Recién llegado de Nueva York, Gabriel Orozco señaló que desde el comienzo una de las cualidades de la galería fue que “está basada en las necesidades de los artistas en un momento determinado. Que al principio no tuvieron un espacio también era porque el tipo de trabajo que hacíamos lo que se necesitaba más era cierta ligereza como infraestructura que permitiera invertir los recursos y el esfuerzo de hacerlo circular por el mundo”.

Ahora, “muchos de los artistas viven fuera y de repente hasta empezamos a sentir que si nos descuidábamos todos nos íbamos a ir, por como está el país, por como de repente está respondiendo la infraestructura cultural aquí”, acotó Orozco. La nueva etapa de la galería, entonces, está basada en una necesidad real de construir una infraestructura que “nos permita también tener un lugar aquí como una ancha productiva, no nostálgica”. La galería es “un espíritu, no un edificio”, anotó el artista Gabriel Kuri.

De acuerdo con el artista Abraham Cruzvillegas, los objetos expuestos en Anaqueles –se remite a aspectos de los estudios de los creadores– “no son obras, sino detonadores”. La propuesta de Cruzvillegas es impactante: una hilera de 492 cocos –hasta el momento– representativos de las decapitaciones en el país a partir de 2005.

 
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