■ Efectivamente, el espacio propuesto para trasladar los servicios no es el adecuado: Córdova

Cede la Ssa ante trabajadores; no reubicará el Siquiátrico Infantil

■ El predio adquirido para “mejorar la atención a los niños” se usará para ampliar el Instituto Nacional de Cancerología

■ No se trata de pasar por encima de nadie “ni de violentar derechos”

Ángeles Cruz Martínez

La Secretaría de Salud (Ssa) nuevamente da marcha atrás en su intención de reubicar el Hospital Siquiátrico Infantil Juan N. Navarro, el cual se mantendrá en su actual sede en la zona de hospitales de Tlalpan, “porque no se trata de pasar por encima de nadie ni de violentar derechos, además de que, efectivamente, el espacio que se proponía para su traslado no es el más adecuado”, reconoció el titular de la dependencia, José Angel Córdova Villalobos.

En tanto, la nueva torre de hospitalización del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), pendiente desde hace tres años, se construirá en el predio localizado frente al Juan N. Navarro, el cual fue adquirido por la Ssa para transferir los servicios de salud mental de los niños.

Córdova Villalobos señaló que con especialistas se analizan los últimos detalles del proyecto de ampliación del Incan –proceso que culminará esta semana– para luego dar inicio a la construcción. Desde 2005, el director del instituto, Alejandro Mohar, advirtió de la urgencia en que ya se encontraba el hospital por la creciente demanda de servicios de personas con algún tumor maligno.

Entonces, el especialista planteó la necesidad de incrementar los espacios físicos del Incan. Sin embargo, ante la falta de respuesta y la decisión de atender al mayor número de enfermos, se han ido adaptando los espacios, lo que ha provocado que los pasillos sean cada vez más estrechos o que, incluso, en algunos casos se hayan adaptado como salas de espera.

Un año después, en 2006, la administración federal –entonces a cargo de Vicente Fox– asignó 500 millones de pesos para la nueva obra, obtenidos mediante el convenio con la industria tabacalera, los cuales no se pudieron utilizar por la negativa de los trabajadores del Siquiátrico Infantil a reubicar los servicios.

En ese momento, la Ssa propuso un terreno alejado de la zona de hospitales de Tlalpan, de difícil acceso para el personal y los pacientes. Además, según dijeron los empleados y luego reconoció la autoridad federal, no reunía las condiciones para proporcionar la atención médica a los niños con problemas mentales. El proyecto se canceló.

El Siquiátrico Infantil Juan N. Navarro se encuentra en la calle San Fernando, en un predio aledaño al Incan. Los separa apenas una estrecha calle, por lo que para las autoridades representaba la mejor opción para ampliar Cancerología. En este año, la administración de Felipe Calderón hizo un nuevo intento por convencer a los trabajadores del siquiátrico de que aceptaran cambiarse, ahora al terreno que recientemente compró la Ssa a la Secretaría de Educación Pública, y al cual se llega con sólo atravesar San Fernando.

Los empleados se negaron con el argumento de que las instalaciones que les ofrecían incumplían los requerimientos de calidad y seguridad de los niños enfermos. También señalaron el riesgo de que en realidad lo que se buscara fuera desaparecer el nosocomio.

A esta inconformidad se sumaron padres de familia, algunos de los cuales instalaron un plantón en la entrada principal del Siquiátrico Infantil y lo mantuvieron durante más de un mes.

Ayer, Córdova anunció el cambio de planes. Dijo que “los pacientes siempre tienen razón en muchas cosas, y hay que escucharlos”; señaló que en días pasados hizo un nuevo recorrido por las instalaciones del Juan N. Navarro. “Fui a todos los lugares, a los más escondidos, y nos dimos cuenta de que, en realidad, y dada la estructura del hospital, probablemente un modelo adaptado pudiera no tener cubiertas todas las necesidades de la salud mental infantil.”

Antes, en el acto de evaluación de avances del Seguro Popular en el Distrito Federal y de los primeros dos años del gobierno calderonista, la señora Demetria, paciente del Incan y beneficiaria de la atención médica gratuita, hizo un reconocimiento al personal médico y de enfermería por su trabajo, pero –señaló– necesitan una ampliación de su terreno. “El área de catéter y quimioterapia es insuficiente para todas las personas (…) faltan camas, sillas en las salas de espera… no se cubren todas las necesidades”, apuntó.

Respecto al Siquiátrico Infantil, Córdova planteó la problemática que enfrenta por el deterioro de sus instalaciones. Recordó que la Ssa carece de presupuesto asignado para su remodelación, por lo que se buscará obtener recursos mediante algunos ahorros.