■ Difiere la Conafor: en 70 comunidades hay planes ecoturísticos y se preservan bosques
La deforestación en Michoacán, grave; 3 mil aserraderos ilegales
■ Comisión estatal afirma que en la entidad se pierden 40 mil hectáreas de zonas verdes cada año
Ampliar la imagen Deforestación hormiga en un pareje cercano a una carretera de Michoacán Foto: Iván Sánchez
Morelia, Mich., 26 de noviembre. En los ocho años recientes, Michoacán ha perdido 350 mil hectáreas de bosques, de acuerdo con un análisis de la Comisión Forestal del estado, lo que significa que prevalece la misma tendencia de los tres quinquenios anteriores, advirtió hoy Alejandro Méndez López, responsable del organismo.
Señaló que hasta el próximo año concluirá el inventario forestal más reciente y entonces habrá datos oficiales, pero la realidad es que cada año se siguen perdiendo unas 40 mil hectáreas de bosques.
Legalmente se extrae un millón de metros cúbicos anuales de madera, pero existe capacidad suficiente en aserraderos y maquinaria para sacar 13 millones de manera ilegal, dijo Méndez López después de la inauguración del foro estatal Forestería comunitaria: hacia una política pública con participación social.
La presión sobre esos recursos es crítica en la meseta purépecha, y en las zonas aguacateras y ganaderas donde han cambiado el uso del suelo, como Tacámbaro, Ario de Rosales y Uruapan, entre otras localidades. La región oriente continúa con serios problemas de tala clandestina en municipios como Hidalgo, Ocampo, Angangueo y Zitácuaro, dijo el funcionario estatal.
El problema más crítico
En días recientes concluyeron 10 foros regionales en los que participaron 87 autoridades municipales, 70 de las cuales reconocieron que el problema ambiental más grave es la tala inmoderada.
No saben de cifras, pero aseguraron que en la meseta se roban madera para seguir trabajando la artesanía, sin contar el saqueo entre comunidades; en las zonas aguacateras derriban árboles para aumentar las zonas de producción y para la construcción de cajas de empaque.
En los municipios del centro del estado, entre ellos Villa Madero, Pátzcuaro y Villa Escalante, también están derribando árboles para la ganadería o la agricultura, son algunas de las observaciones de los ediles con las que está de acuerdo el titular de la Comisión Forestal, Méndez López.
Se calcula que 3 mil aserraderos trabajan ilegalmente en Michoacán, de los cuales 2 mil 500 se concentran en la meseta purépecha, por lo que sin duda es la zona más degrada de la entidad, aun cuando cuenta con cuatro millones de hectáreas arboladas, de las cuales 1.3 corresponden a bosques templados y 1.6 millones a selvas medianas y bajas.
De acuerdo con el inventario forestal realizado en 2000, en cinco décadas se perdió el 50 por ciento del bosque de Michoacán.
A pesar de estas evidencias, Salvador Moreno García, gerente regional de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), s limitó a decir recientemente: “nosotros tenemos datos estadísticos diferentes”.
Según la Conafor, hay 70 comunidades que participan actualmente en proyectos forestales, ecoturísticos y de otra índole, con el fin de preservar sus bosques, por lo que hay avances en cuanto a la protección de estos recursos naturales.
Durante el foro, realizado en el campus de la UNAM se analizaron los cambios que ha habido en las comunidades indígenas para defender sus bosques, como San Juan Nuevo, donde realizan una explotación sustentable.