■ EU, ONU, GB y Obama condenan atentados en Bombay; los comandos toman rehenes
Mujaidines del Decán se atribuyen los ataques
Ampliar la imagen Un agente de la policía desaloja a una anciana de la estación de trenes de Bombay, uno de los siete sitios atacados por comandos islámicos en la capital financiera de India Foto: Reuters
Bombay, jueves 27 de noviembre. Un grupo autodenominado Mujaidines del Decán se atribuyó los ataques con armas de fuego y granadas que mataron al menos a 101 personas y dejaron unos 287 heridos este miércoles en Bombay, capital financiera de India, informó la agencia Press Trust of India.
El grupo envió mensajes electrónicos a los medios asumiendo la autoría de los ataques contra varios blancos, incluidos hoteles y una estación de tren, indicó.
Hombres armados mataron a unas a 101 personas en una serie de ataques en lujosos hoteles de Bombay, a los que ingresaron esta madrugada las fuerzas armadas.
Soldados ingresaron a dos hoteles cinco estrellas donde los agresores tenían rehenes, informó la televisión local. La policía dijo que había dado muerte a tiros a cuatro hombres armados y que había detenido a nueve sospechosos.
Sin embargo, el principal ministro del estado de Maharashtra, Vilasrao Deshmukh, afirmó que “la situación aún no está bajo control y estamos intentando expulsar a cualquier terrorista que esté escondido en los dos hoteles”, en una conferencia de prensa.
Testigos dijeron que se escucharon disparos y explosiones en el hotel Taj y que desde el lugar se elevaban grandes columnas de humo. También se produjeron explosiones en el hotel Oberoi y un incendio en un hospital en el que los atacantes fueron rodeados.
El ministro del Interior indio, Shivraj Patil, dijo que hay cuatro o cinco atacantes en cada hotel. “Atacaron hoteles, hospitales, la estación de tren”, sostuvo el funcionario, y agregó que dos murieron y otros dos fueron arrestados.
“Los terroristas nos están arrojando granadas desde el techo del Taj y tratan de impedirnos entrar”, dijo a Reuters el inspector de policía Ashok Patil. La policía dijo que al menos 287 personas resultaron heridas en los ataques, que también tuvieron como blancos a una estación del ferrocarril y al Café Leopold, el restaurante turístico más famoso de la ciudad.
La organización autoproclamada Mujaidines del Decán dijo estar detrás de los ataques, informaron cadenas de televisión. El grupo, que era poco conocido, envió correos electrónicos a medios atribuyéndose la responsabilidad.
Hemant Karkare, jefe del escuadrón de policía antiterrorista en Bombay, figura entre los fallecidos. “Hemos disparado y dado muerte a cuatro terroristas y arrestamos a nueve supuestos terroristas”, dijo a Reuters P. D. Ghadge, un policía de la oficina central.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón dijo que un ciudadano de su país estaba entre los muertos, en tanto destacó que un japonés resultó herido.
El eurodiputado español Ignasi Guardans afirmó que “un funcionario del Parlamento Europeo resultó herido y está hospitalizado”. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, salió ilesa de los ataques pese a estar hospedada en el Oberoi, señalaron fuentes oficiales de Madrid.
Un chofer dijo a Reuters que al menos 50 coreanos quedaron atrapados dentro del Taj, mientras que los que los conducirían esperaban afuera. “Estábamos listos para llevarlos y escuchamos la primera explosión. La policía no nos dejó pasar y ellos (los coreanos) no contestan los teléfonos”, dijo el chofer Deepak Aswar. También había europeos entre los rehenes.
“Estaba en el restaurante dentro del Oberoi y vi una serie de disparos y muertos que no quiero volver a ver”, dijo a Reuters un español que no quiso dar su nombre. “Me arrastré hasta la cocina y esperé allí, hasta que sentí que todo estaba tranquilo y aparentemente se había terminado”.
“Salimos por la escalera de incendio, pero ellos tomaron gente, están tratando de llegar al techo”, dijo un extranjero a la televisión local. “Creo que 15 personas (fueron tomadas como rehenes), alrededor de la mitad extranjeros”.
En Washington, la Casa Blanca y el presidente electo Barack Obama condenaron por separado los ataques, al igual que Francia, que tiene la presidencia de la Unión Europea, y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
El gobierno británico tachó de “intolerables” los ataques, que también fueron condenados por Brasil, Argentina, Canadá y Colombia, entre otras naciones.