■ Se cumplen dos años de la ola de ataques contra civiles
Sacerdotes católicos de Oaxaca recuerdan la represión contra movimiento popular
Oaxaca, Oax., 26 de noviembre. A dos años de que la Policía Federal Preventiva (PFP) y las corporaciones locales sofocaron el movimiento magisterial y popular, sacerdotes católicos de la arquidiócesis de Oaxaca, de las diócesis de Tehuantepec y de Puerto Escondido, así como de la prelatura de Huautla de Jiménez, saludaron a los presos que han obtenido su libertad y a las víctimas de la acción oficial, y les dieron ánimos en la demanda legal presentada ante la Procuraduría General de la República “contra todos aquellos funcionarios públicos que en nombre del Estado los reprimieron.
“Es tiempo de que ellos (las autoridades) respondan ante la ley y ante el pueblo de México por las violaciones a los derechos humanos”, señalaron en un mensaje público.
Los religiosos dijeron que la “represión ordenada por quienes se sienten dueños de este pueblo” dejó el 25 de noviembre de 2006 “un saldo enorme de heridos, torturados, lisiados física, sicológica y hasta espiritualmente”, además de encarcelados a quienes se trasladó ilegalmente a penales de alta y mediana seguridad fuera del estado.
Todo eso, añadieron, se justificó “para preservar la paz y el respeto a las instituciones”, según dijeron entonces los gobernantes federales y estatales.
Previamente, “ante el grito de un pueblo que exigía justicia y cambio en el modo de ejercer el poder, hubo asesinatos y detenciones arbitrarias de hombres y mujeres que, después de ser vejados en lugares clandestinos, aparecían en distintas cárceles”, dijeron.
También deploraron la detención de Juan Manuel Martínez Moreno, integrante de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), por el asesinato del estadunidense Brad Will.
El anuncio de la detención se da “en los días recientes, después de que nunca se hizo nada por aclarar los asesinatos políticos, ante la presión de Estados Unidos para presentar a los culpables del asesinato del camarógrafo estadunidense Brad Will, en contra de todo sentido de justicia, contra las recomendaciones e investigaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), y envía el peor mensaje al pueblo respecto al acatamiento a los dictámenes de una institución que debe ser respetada”, indicaron.