■ Tras revelar sus hallazgos, explota: “¿Eso es no tener nada? ¡Eso es no tener madre!”
Los Rojos plagiaron a mi hija; PGR y SSP lo soslayan: Vargas
■ Óscar Ortiz González, ex chofer de su familia, forma parte de ese grupo criminal, afirma
■ Exige a Medina Mora y García Luna que encuentren a Silvia y detengan a los responsables
Ampliar la imagen Nelson Vargas, durante la conferencia de prensa en la que presentó retratos de integrantes de la banda de Los Rojos, que presuntamente plagiaron a su hija Silvia Vargas Escalera, en septiembre de 2007 Foto: Francisco Olvera
“¿Eso es no tener nada? ¡Eso es no tener madre!”, reclamó ayer Nelson Vargas, ex director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), a Eduardo Medina Mora y a Genaro García Luna, titulares de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, respectivamente, debido a que las autoridades le dijeron que a más de un año de investigaciones aún no se tiene detectados a los responsables del secuestro de su hija Silvia Vargas Escalera, ni cuentan con informes sobre el paradero de la joven.
El reclamo lo hizo después de que reveló, en conferencia de prensa, un importante hallazgo sobre el caso del plagio de Silvia: Óscar Ortiz González, un ex chofer que convivió cerca de dos años con la familia Vargas, forma parte de la banda de secuestradores denominada Los Rojos y es hermano de Raúl Ortiz, El Flaco, quien escapó de la custodia de la PGR cuando estaba internado en el Hospital de Xoco, el 28 de septiembre pasado.
Ayer, casi tres meses después de que hicieron público el plagio de su hija, Nelson y su ex esposa Silvia Escalera volvieron a presentarse ante los medios de comunicación para exigir a las autoridades que encuentren a la joven de 20 años y detengan a los responsables del secuestro.
“Ya imploré… ahora exijo”
“Ya pedí, ya supliqué, ya imploré, ya lloré, ahora exijo a Eduardo Medina Mora y a Genaro García Luna que encuentren a mi hija, que resuelvan este caso que no tiene un plazo de cien días sino un año, dos meses y 16 días”, dijo el ex funcionario.
Notablemente molesto, Vargas puntualizó: “La propia autoridad nos ha dicho que no tenemos nada que nos lleve a encontrar a Silvia. ¿Esto es nada?: un hombre que trabajó cerca de dos años con mi familia, y que sabemos que sus hermanos son de una banda que ya ha hecho secuestros. ¿Eso es no tener nada?… ¡Eso es no tener madre!”
A su vez, la ex esposa de Vargas expresó: “Exijo a las autoridades que reconozcan sus errores y como hombres verdaderos lo sean. Un hombre verdadero está consciente del precio de sus errores. (…) Les pedimos a las autoridades que con ética y con profesionalismo den la cara como mexicanos responsables y como profesionales”.
Un instante después, Nelson Vargas cuestionó: “¿Dónde está la tan cacareada tecnología de punta que dicen que tienen? ¿Dónde está la inteligencia? Si lo obvio no lo ven, qué nos esperamos de lo que tienen que indagar e investigar”.
Agregó: “Nos preguntamos si la razón por la que no quieren agarrar a los culpables es porque resulten involucradas autoridades de alto rango, como ha pasado en otros casos”.
Noé Ramírez Mandujano, ex titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), fue quien en principio tomó conocimiento del caso e inició las investigaciones ministeriales sobre el plagio de Silvia, ocurrido la mañana del 10 de septiembre de 2007 en el sur del Distrito Federal, cuando la joven salía de su casa en dirección al Colegio Alexander Bain, ubicado en la colonia Las Águilas.
Hoy, este ex funcionario de la PGR se encuentra cumpliendo un arraigo de 40 días pues presuntamente entregó información clasificada a capos de la droga a cambio de sobornos.
Durante una conferencia de prensa transmitida por la mayoría de noticiarios matutinos de radio y televisión, Nelson Vargas sostuvo que con el caso de su hija las autoridades federales han demostrado ser negligentes, pues, dijo, a un año del secuestro no se ha obtenido información del teléfono celular desde el cual hicieron la primera llamada de negociación.
Tampoco se practicó ninguna prueba pericial a la camioneta donde fue secuestrada la joven, refirió.
Asimismo, destacó: “Lo indignante y asombroso es que desde el inicio del secuestro de mi hija, Óscar Ortiz estaba entre las personas que yo señalé como presuntos sospechosos, y solicité a la Policía Federal Preventiva (PFP) que investigara. Si ellos hubieran cumplido su trabajo, hubieran evitado que otras personas hubieran sido secuestradas”.
El ex chofer del empresario deportivo y funcionario público durante el sexenio foxista se encuentra actualmente arraigado a petición de la SIEDO.
Según Nelson Vargas, cuando Óscar trabajaba para él, “detectamos que sustrajo varias cosas de nuestra propiedad, por ese motivo lo despedimos”.
Aceptó que se tiene que probar si este sujeto tuvo que ver en el secuestro de su hija, por eso “no queremos sólo una declaración de Óscar sino un trabajo serio para encontrarla”.
Respecto de Raúl Ortiz González, hermano del ex chofer, Vargas informó que el sujeto “ya había estado preso por secuestro en un penal de Guerrero, del cual se había fugado con anterioridad, y de manera inexplicable en la Unidad de Secuestros (de la PGR) no tomaron las medidas pertinentes para evitar una segunda fuga”.
Además, “en la PFP hubo negligencia y muy posiblemente actos de corrupción para que se concretara una segunda fuga”, destacó.
La información sobre el parentesco entre Óscar y Raúl Ortiz González fue del conocimiento de la familia Vargas en octubre pasado, gracias a las recompensas que ofreció hace tres meses a toda persona que aportara datos sobre el paradero de Silvia Vargas.
Finalmente, el empresario aseguró que llegará hasta las últimas consecuencias y denunciará la ineficiencia de las autoridades, aunque “estemos conscientes de que por todo esto peligra la integridad física, mía y de mi familia.
“No importa, moriré en la raya; es lo mínimo que puedo hacer por Silvia. He perdido parte de mi vida, no puedo seguir viviendo sin saber de mi hija, ya no tengo nada que perder. El no saber qué ha pasado con mi pequeña me tiene deshecho, pero no voy a claudicar”, puntualizó.