■ Para México prevé un avance de 0.36% en 2009, con un repunte de 1.8% hasta 2010
Los países de la OCDE sufrirán la recesión más grave desde los años 80
■ Aumentarán en 8 millones los desempleados en los próximos 2 años; sumarán 42 millones
Ampliar la imagen Centro comercial Plaza Potsdamer, en Berlín, Alemania, ya decorado con motivos navideños. Contra todos los pronósticos, la confianza de los consumidores alemanes creció 2.2 puntos debido principalmente al aumento de las expectativas de ingresos por el abaratamiento del petróleo y una mayor disposición a comprar. Al bajar las tasas de desempleo y la inflación disminuyó la presión sobre el poder adquisitivo de los consumidores Foto: Ap
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) planteó un sombrío escenario para el crecimiento económico de los países miembros, a causa de lo que calificó como “la recesión más grave desde los años 80”, la cual se expresará en un aumento de 8 millones en el número de desempleados para los próximos dos años, para acumular en conjunto 42 millones de personas sin trabajo.
Desde París, el organismo internacional liberó mundialmente vía Internet su OECD Economic Outlook, donde prevé que los 30 países integrantes sufrirán de manera grave los efectos de la crisis financiera internacional y, en particular, Estados Unidos y los 15 países que integran la Unión Europea se encuentran ya en una recesión económica que podría prologarse al menos hasta finales de 2009.
Para México prevé un avance económico de sólo 0.36 por ciento en 2009, el más bajo calculado hasta ahora por analistas, y aseguró que el mundo desarrollado está ingresando en su peor desaceleración en décadas.
Pronostica que la recuperación económica del país podría aplazarse hasta 2010 con un ligero repunte, es decir, un crecimiento no mayor a 1.8 por ciento.
La previsión de la OCDE sobre el crecimiento de la economía mexicana contrasta significativamente con las últimas estimaciones de la Secretaría de Hacienda, que se ubican en 1.8 por ciento para 2008, e incluso las del Banco de México que se encuentran en un rango de entre 0.5 y 1.5 por ciento.
“La débil economía de Estados Unidos y una caída en la producción de petróleo van a reducir las exportaciones en los próximos trimestres, mientras los efectos de las turbulencias financieras deprimirán el crecimiento de la demanda interna. La actividad se recuperará hasta el año 2010, conforme las condiciones económicas mundiales mejoren”, sentenció el organismo internacional.
Pero destacó que “el principal riesgo para la economía mexicana es que la desaceleración en Estados Unidos sea más profunda o dure más que lo proyectado, afectando aún más las exportaciones”.
Según el organismo, México, Brasil y Chile podrían enfrentar un dilema de menor crecimiento y alta inflación, lo que podría limitar la capacidad de los bancos centrales para recortar las tasas de interés.
Debacle internacional
En su panorama global, la OCDE considera que al menos 21 de los 30 miembros del organismo atravesarán “una prolongada recesión”, de un grado no visto al menos desde principios de los ochenta. De hecho, el estudio señala que los países que intergran el organismo ya están en recesión desde el tercer trimestre del año, y experimentarán al menos otros cuatro periodos trimestrales consecutivos con crecimiento negativo. Esto significaría, al menos, que se encontrarán todo 2009 en recesión y con crecimientos negativos de 0.9 por ciento en Estados Unidos; 0.6 por ciento en la Unión Europea, y de 0.1 por ciento en Japón.
En contrapartida considera que la crisis financiera tendrá efectos limitados en países como China, India y Brasil. Para China calcula que su producto interno bruto caerá a 8 por ciento, desde su nivel más alto alcanzado en 2007 de 12 por ciento; India tendrá una desaceleración de 2 puntos porcentuales para retroceder a 7 por ciento desde el 9 por ciento logrado el año pasado.
Rescates
Para atemperar los efectos de la crisis, la OCDE apoyó la idea de que los gobiernos lancen planes de estímulo. Es más, consideró que los gobiernos y los bancos centrales deberían aportar más recursos a sus economías para contrarrestar el impacto de la recesión, pues “contra el contexto de un profundo declive económico, se necesita un estímulo macroeconómico adicional”, señala en el prefacio del documento el economista jefe del organismo internacional Klaus Schmidt-Hebbel.
“La recesión hacia la cual nos dirigimos ahora podría resultar aún más profunda e, incluso, la economía mundial en conjunto podría entrar en recesión en los próximos meses”, dijo el funcionario del organismo.
En el documento la OCDE sugiere adoptar medidas para paliar la crisis, tales como bajar más las tasas de interés, en particular en Estados Unidos y Europa, así como medidas de estímulo precisas y temporales en todos los países que dispongan de un margen de maniobra presupuestal.
Otra acción, dijo, es la inversión en infraestructura para incentivar la oferta y la demanda. También sostuvo que “las reducciones de impuestos o las transferencias en favor de los hogares más pobres (...) pueden resultar más eficaces”.
Advirtió, sin embargo, que habrá que poner atención para reducir las medidas de apoyo aplicadas en cuanto se reanude el crecimiento para evitar las tensiones inflacionarias. Los gobiernos, precisó, “deben estar dispuestos a reforzar si es necesario las medidas de apoyo al sector financiero (pero) limitándose a los elementos sistémicos”.