■ En Argentina, el Presidente llama a redoblar esfuerzos en favor de la integración del área
Calderón pide a AL evitar “a toda costa el proteccionismo” para afrontar la crisis
■ Subraya que la región es prioritaria para su gobierno y convoca a fortalecer el diálogo político
Buenos Aires, 25 de noviembre. Despedido con el tango Buen amigo, el presidente Felipe Calderón remató su visita con una convocatoria a evitar “a toda costa el proteccionismo” y hacer a un lado diferencias en América Latina como la mejor manera de encarar la actual crisis económica.
Desde la tribuna del Congreso de la Nación, en el último acto de su gira por Sudamérica, insistió en su vocación latinoamericanista e invitó a los legisladores a trabajar para redoblar esfuerzos en favor de la integración regional, ya que del río Bravo a la Patagonia los lazos históricos y culturales son “indestructibles”.
Fue recibido en este recinto por Julio César Cleto Cobos, presidente del Senado y vicepresidente de la república, quien destacó que las relaciones entre los dos países pasan por, “quizás, su mejor momento”, y agradeció al pueblo mexicano que dio asilo a gran número de argentinos entre 1976 y 1983 a raíz de la dictadura. También se encontraba presente Eduardo Fellner, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.
Como en su visita a Chile y Perú, Calderón habló en contra del proteccionismo, porque su eventual aparición sólo conduciría, como ocurrió en 1929, a agravar las consecuencias del momento y a provocar una crisis económica global mucho más profunda.
El presidente mexicano reiteró que Latinoamérica es prioritaria para su gobierno y por eso es la región que más ha visitado y le ha destinado más acciones de cooperación. Aseguró que su objetivo es impulsar la integración del área mediante el Mercosur, el Arco Pacífico, la integración centroamericana, y poder cristalizar el anhelo que tienen muchos latinoamericanos de contar pronto con una verdadera organización regional de estados, sin exclusiones.
Convocó a los latinoamericanos, en particular a Argentina, a que aun con diferencias –y precisamente por ellas– sean capaces de intensificar su capacidad de diálogo político. “Que sean precisamente las ideas, vertidas en el marco del respeto recíproco, lo que haga avanzar a nuestros pueblos hacia los acuerdos”, expresó.
Frente a los legisladores exaltó la lucha contra la corrupción que se libra en México y demandó estrechar la colaboración con Argentina para enfrentar las redes globales del tráfico de drogas, de armas o de personas.
Elogió a los congresos de Argentina y México, que son plurales, responsables y activos, porque han asumido un papel de primer orden en la tarea de transformación de esos países.
Aprovechó para agradecer la presencia de “legisladores” y sólo mencionó al presidente de la Cámara de Diputados, el priísta Horacio Duarte, y no incluyó al coordinador de la bancada de su partido, Héctor Larios.
En la municipalidad de Buenos Aires el discurso de Calderón encontró eco en el alcalde conservador Mauricio Macri, quien también deploró el proteccionismo como alternativa para enfrentar los tiempos de crisis e incertidumbre.
Rodeado por la escolta del batallón de Patricios, Macri, quien este año visitó al Presidente en Los Pinos, resaltó que tiene muchos amigos en México desde cuando era director del Boca Juniors y ofreció fortalecer los intercambios culturales.
Al recibir las llaves de la ciudad en el Salón Dorado, Calderón calificó de “boyante” la economía” de esta ciudad y luego bajó al patio del edificio, que antaño ocupara el periódico La Prensa, donde fue agasajado con dos interpretaciones de tango.
No hay nada mejor que un tango para hermanar a los dos países, explicó el maestro de ceremonias, y salieron a escena los bailarines Paola Parrondo y Víctor Nieva al ritmo de Buen amigo. Con el rostro serio, el michoacano observó los cadenciosos movimientos y todavía escuchó Buenos Aires es mi fiesta, interpretada por la Orquesta de Tango de la Ciudad de Buenos Aires.