■ La fundación Konrad Adenauer presenta resultados de la región
Inseguridad y pobreza impiden avance democrático en México
■ El combate al crimen organizado y la droga, “duro pero necesario”
A pesar de que México ha avanzado en materia institucional y política, continúa el rezago histórico de inequidad social, y aunque ha mejorado buena parte de los indicadores sociales, lo ha hecho en menor escala que otros países de la región, sostiene la fundación Konrad Adenauer, de acuerdo con el Índice de Desarrollo Democrático de América Latina 2008.
Durante la presentación de estos resultados, los especialistas de la fundación aseguraron que México continúa un camino ascendente de mejora institucional y política, y que al aprovechar la coyuntura internacional previa a la crisis actual, tuvo en esta materia el segundo mejor comportamiento entre 18 países de la región.
“El país atraviesa una difícil situación con otra herencia de su pasado, que es el clima de violencia e inseguridad que tiene fuerte presencia en algunas regiones. En este sentido, el insoslayable camino del combate al crimen organizado, la droga y la violencia familiar, es duro, pero necesario. No hay desarrollo democrático posible en connivencia con la droga y la inseguridad. La violencia impide a los ciudadanos el libre ejercicio de sus derechos y el gozo de sus libertades”, concluye el documento.
De acuerdo con el texto, el subíndice social se manifiesta con peores resultados de desempleo, de hogares bajo la línea de pobreza y en el gasto en educación. Los indicadores que han tenido variación positiva respecto del año anterior son los de mortalidad infantil, gasto en salud y matriculación en nivel de educación media; en este rubro ocupa el lugar número cuatro, detrás de Chile, Perú y Costa Rica.
Acerca del puntaje por el índice de derechos políticos, de libertades e inseguridad, de libertades civiles y de presencia de mujeres en cargos de gobierno, México cae al séptimo lugar, detrás de Chile, Uruguay, Costa Rica, Argentina, Panamá y Perú.
Destaca que el valor obtenido en calidad institucional y eficiencia política ha crecido 30 por ciento respecto de 2007, lo que sitúa a México arriba del promedio de los países del área.
Además, sostiene que el país ha salido del “castigo del Factor de Anormalidad Democrática que le había sido impuesto por la crisis electoral de su última renovación presidencial y por la crisis institucional en Oaxaca”.
Considera que el próximo reto de la democracia mexicana será trabajar “fuertemente” en el indicador de inseguridad, que aunque manifiesta mejores resultados que el año anterior todavía no expresa –por razones de temporalidad del indicador– el aumento de los delitos vinculados con el narcotráfico, que ocupan la agenda de los medios de comunicación y la sensación térmica de la sociedad”.
En cuanto a la evolución del país en el Índice de Desarrollo Democrático, México ha mejorado su puntaje en más de 10 por ciento, ubicándose en 6 mil 135 puntos, pero todavía no alcanza el sitio que obtuvo en 2003, año en el que obtuvo 6 mil 623.
Por eso, los especialistas ubican a México entre los países con desarrollo democrático medio, aunque integra “el selecto grupo” de los que están por encima del promedio de la región; de hecho, subió del sitio seis al cinco entre los 18 países estudiados.