■ Se mostraron tres fragmentos de Ejercicio plástico a los presidentes de México y Argentina

Mural de Siqueiros, en “excelentes” condiciones para su restauración

■ El experto Manuel Serrano adelantó a La Jornada que pronto se iniciará el estudio para rehabilitar el piso de esa obra pintada en Buenos Aires

■ “Victoria para el arte de AL”, dijo crítico argentino

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Buenos Aires, 24 de noviembre. El mural Ejercicio plástico, del pintor mexicano David Alfaro Siqueiros, está en “excelentes” condiciones para su restauración, fue la noticia que recibieron los presidentes de México y Argentina al momento de ver tres fragmentos de la obra, que salió a la luz tras 17 años de confinamiento.

En este día histórico para el arte latinoamericano, Manuel Serrano, el restaurador mexicano en jefe, también adelantó a La Jornada que pronto iniciará los estudios para restaurar el piso, el cual fue “prestado” hace unos días por la empresa Dencanor, para hacer posible el armado de ese rompecabezas artístico.

Al igual de como sucedió el día en que el primer contenedor llegó a la aduana Taylor, contigua a la Casa Rosada, los presidentes Felipe Calderón y Cristina Fernández, sus comitivas, pero sobre todo los críticos de arte y promotores de su restauración manifestaron alegría y expectación por la develación del único mural de Siqueiros sin contenido político, el cual cubre paredes, techo y piso.

Ostracismo superado

Tras mostrar el mural a su huésped, Fernández declaró tener “mucha felicidad”, porque representa “un poco el símbolo de las cosas que parecía que no se podían hacer nunca”, una forma de sacar del “ostracismo” y del olvido lo importante para la historia de ambos países.

Fernández no dejó de resaltar el empeño que puso en esta tarea, porque el mural “no sólo está vinculado con el arte, Presidente, sino con la historia de nuestro país, un periodo muy rico, de contradicciones, de pasiones, como siempre somos los argentinos y los mexicanos, también, para qué vamos a negar nuestro carácter pasional”. Es un símbolo de unión, diría.

Calderón habló brevemente del tema y agradeció la labor que “personalmente” ha realizado su par argentina para rescatar una de las grandes obras de los muralistas mexicanos.

Desde hace varios años, La Jornada denunció que un largo litigio había dejado en el abandono el mural que Siqueiros pintó en 1933 en el sótano de la quinta Los Granados, del magnate periodístico Natalio Botana, en Don Torcuato, hasta que la Cámara de Diputados y el Senado de la República aprobaron puntos de acuerdo para pedir la participación del gobierno federal y luego vino la intervención de su contraparte argentina.

También estaban satisfechos la documentalista Lorena Muñoz, autora de Los próximos pasados, que aborda la historia de la obra y el crítico de arte Alberto Giudici, quienes retomaron esta denuncia y siguieron de cerca la accidentada historia del mural de Siqueiros. Es una “victoria” para el arte latinoamericano, manifestó Giudici.

Entre los patrocinadores de la rehabilitación del mural, identificados como tales por Serrano, también estaba el empresario mexicano Carlos Slim.

Lo que Serrano mostró a los visitantes fueron tres fragmentos de los muros laterales que pintó Siqueiros inspirado en Blanca Luz Brum: “un cuerpo de mujer que se repite, obsesivamente, en las paredes”, ha reseñado la periodista Natalia Gelos.

Recuerda que sin cuidados especiales, Ejercicio plástico permanecía desde 1991 en un depósito de San Justo. En julio de 2008, el juzgado comercial 7 autorizó el traslado y restauración por parte del Estado, mientras sigue en trámite el conflicto legal para determinar quién es el dueño de la obra. Para concretar el traslado a la Aduana Taylor, el Estado argentino cumplió con los requisitos que aseguran una correcta conservación.

Más que una restauración definitiva, explicó Serrano, los presidentes vieron tres paneles que fueron sacados de los contenedores y limpiados, sólo como muestra del trabajo. “Se sacó la suciedad que cubría el mural, viejos barnices, se limpió todo y se le dio una ligera capa de barniz”, explicó.

Según Serrano, se analizó la superficie del mural, no hay desprendimientos en relación con el soporte de resina que se le colocó cuando se hizo el desmonte de la obra en 1991, y salvo unas ligeras grietas, no hay nuevos deterioros, más que los que aparecen sobre todo al pie del muro, producto de la humedad.

Confiado en que el proceso concluya antes de 2010 para las fiestas del bicentenario de la Independencia, este experto recordó que hace tres meses esta recuperación parecía imposible.