■ Al reunirse con Calderón anuncia que transferirá al país tecnología para producir granos

Celebra Cristina Fernández la nueva etapa en las relaciones México-Argentina

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Buenos Aires, 24 de noviembre. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, brindó por el fin del “letargo” en la relación con México y cerró así la etapa de desavenencias surgida en la época del foxismo, al declarar su “afecto y simpatía” por el mandatario de México, Felipe Calderón, y su esposa, Margarita Zavala, de quienes resaltó su militancia panista.

Dirigiéndose a sus invitados como “Felipe y Margarita”, la gobernante de izquierda confesó que sentía simpatía por ellos, y aludió a que los padres de Zavala Gómez del Campo son fundadores del Partido Acción Nacional (PAN).

“Me permito decirlo porque ustedes me conocen, no soy de decir cosas que no siento, al contrario, normalmente digo todas las cosas que siento, algunas me traen problemas, pero en esta ocasión puedo decirlas y quedarme bien”, remató la presidenta en su mensaje.

Mientras que Felipe Calderón dijo que con el esfuerzo y la voluntad de su homóloga, México y Argentina serán “aliados incuestionables”.

Con el antecedente de la visita a México que hizo ella junto a su esposo, el entonces presidente Néstor Kirchner, en abril del año pasado, Calderón fue recibido con una “familiaridad poco diplomática”, como definiría la presidenta argentina, tras recordar que conoció a la pareja, como dos amigos.

Fernández dedicó el día completo a Calderón. Primero, el michoacano y su comitiva, a la que se sumaron el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, y el presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), Alonso Lujambio, fueron recibidos en el Gran Salón Blanco de la Casa Rosada.

Mientras esperaban la llegada de ambos presidentes, Carlos Slim platicó animadamente con Medina Mora y con la canciller, Patricia Espinosa.

Siguió una ceremonia de protocolo en el que fueron presentadas las comitivas y luego ambos presidentes atestiguaron la firma de siete acuerdos y convenios de cooperación, que permitirán, entre otros cosas, la instalación del Consejo de Asociación Estratégica Argentina-México y el trabajo conjunto en materia comercial, agrícola y comercial.

Calderón se congratuló de que el año pasado el comercio bilateral llegó casi a los 3 mil millones de dólares, cifra sin precedente.

Fernández declaró el relanzamiento de la relación entre ambos países no sólo de carácter económico y comercial, sino también político y estratégico.

Ante empresarios, Fernández aclaró que como gran productora de granos, Argentina no es una “amenaza” para México, y dijo que al contrario, buscará transferir tecnologías que permitan al producto mexicano competir con los argentinos. “No creemos en las relaciones comerciales de subordinación”, advirtió.

Agradeció la acogida que dio México a miles de argentinos que debieron exiliarse durante los años de la dictadura y también durante los problemas económicos del país. Con la “familiaridad” que utilizó en su discurso, recordó que la canciller Patricia Espinosa es testigo de la hermandad entre los pueblos de Argentina y México, ya que su esposo es un argentino que reside en México.

En el Palacio San Martín, donde almorzaron, Calderón correspondió al trato de Fernández, quien no estuvo acompañada de su esposo, y refrendó que México es y será siempre la casa de los argentinos en tiempos difíciles y en los buenos.

Recordó que una figura clave en la construcción de estos vínculos fue, sin duda, Alfonso Reyes, amigo de Jorge Luis Borges, Leopoldo Lugones, Victoria Ocampo y Alfonsina Storni. “A Reyes, mexicano universal, incluso la prensa porteña llegó a llamar el embajador de los intelectuales mexicanos”.

Calderón anunció que el Fondo de Cultura Económica construirá y operará una librería en Buenos Aires, como una forma de celebrar el bicentenario de la Independencia, pero también un reconocimiento de lo que Arnaldo Orfila aportó al desarrollo cultural de México.