■ Las trasnacionales imponen sistemas a su conveniencia en los países en desarrollo
Documentan las “impúdicas ganancias” de las grandes compañías agropecuarias
■ Temen que en 2009, 70% de las familias se vean obligadas a dedicar todos sus ingresos a la compra de comida
■ En un informe difunden el alza que han tenido los insumos del campo
Las compañías agropecuarias que dominan 80 por ciento del comercio mundial de cereales obtuvieron este año “ganancias impúdicas” por la escasez de alimentos, la promoción y subsidios a los agrocombustibles y a los precios internacionales del petróleo, asentó el Frente Nacional de Legisladores del Sector Rural en el análisis Quién gana, quién pierde con la crisis alimentaria mundial.
Según el estudio, en el último trimestre del año pasado Cargill aumentó sus ganancias 36 por ciento; ADM, 67; Conagra, 30; Bunge, 49; Dreyfus, 77; Monsanto, 44 por ciento, y DuPont-Pioneer, 19 por ciento.
“Los agronegocios son el núcleo de poder de esas corporaciones que han impuesto en los países en desarrollo un sistema agroalimentario a su conveniencia, mientras que en Estados Unidos han provocado la eliminación de granjas”, dijo Heladio Ramírez López, presidente de dicho frente.
Esas empresas controlan la producción de granos, oleaginosas y productos industriales; su procesamiento, la comercialización y distribución final de alimentos, tanto para los mercados internos como para la exportación; además, definen con los gobiernos políticas que permiten y promueven su penetración en los mercados.
“Mediante la biotecnología, las empresas que promueven los agronegocios excluyen la sabiduría y los ancestrales conocimientos locales en la agricultura e imponen nuevas tecnologías e insumos agrícolas que los campesinos tienen que comprar, haciéndose dependientes de ellos”, advirtió.
A su vez, la presidenta de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), María Esther Terán Velázquez, alertó sobre el riesgo de nuevas alzas en los alimentos durante 2009, lo que obligará a más de 70 por ciento de las familias a destinar prácticamente la totalidad de sus ingresos a la compra de comida.
“Son muchos indicadores los que van a jugar el año próximo, entre ellos los precios de los insumos para la producción de alimentos que en este año tuvieron fuertes incrementos”, dijo, y como ejemplo mencionó: la tonelada de algunos fertilizantes subió de 4 a 14 mil pesos, e incluso llegaron a 28 mil pesos; la cintilla para riego por goteo subió de 140 a 180 dólares; las tarifas eléctricas siguen ajustándose, y el precio de los granos subió hasta 30 por ciento.
Advirtió que si no se considera al campo como una prioridad nacional, se revisan las reglas de financiamiento para dicho sector y los recursos aprobados son canalizados a los programas asistencialistas, se agudizará el déficit en la producción de alimentos y se corre el riesgo de que ni siquiera la totalidad del ingreso familiar alcance para comprar comida.