■ En foro del FAP señalan ausencia de un plan nacional de seguridad
Cuestionan expertos estrategia contra el crimen organizado
■ El gobierno federal “golpeó el avispero” del narco: Bernardo Bátiz
Desde diversos ángulos, académicos, diplomáticos y políticos, así como especialistas, analizaron la crisis del sistema de seguridad en México, convocados por el consejo consultivo del Frente Amplio Progresista (FAP).
Las acciones desarrolladas por el gobierno de Felipe Calderón fueron cuestionadas durante el inicio de un seminario de tres días, en el cual Javier Wimer y Blanche Petrich recordaron las aportaciones de Gustavo Iruegas al servicio exterior mexicano.
El diplomático Víctor Flores Olea consideró que Calderón sigue una estrategia coyuntural y oportunista en la lucha contra el crimen organizado, mientras el estadunidense Jeff Faux advirtió que a partir de la crisis financiera internacional y el consecuente aumento del desempleo y la pérdida de ahorro y pensiones, la desesperación inevitable provocará más inestabilidad social.
Por su parte, el también diplomático Eugenio Anguiano enumeró como amenazas a la paz y la estabilidad mundiales la pobreza y marginación, la crisis financiera y la actual recesión, así como los cambios económicos y climático.
En tanto, Ricardo Valero consideró que ni Felipe Calderón, ni la izquierda, ni las fuerzas progresistas tienen claro un plan de seguridad nacional. Han actuado, sostuvo, con reservas e imprecisiones.
El embajador Jorge Eduardo Navarrete, en su oportunidad, habló sobre los desafíos de México en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, y Raúl Benítez Manaut, experto en materia de seguridad, señaló que Estados Unidos condicionará los recursos del Plan Mérida para que “México limpie la casa”; consideró que la Operación Limpieza que lleva a cabo el gobierno federal mexicano es un gran operativo de contrainteligencia en la fase más decisiva de la guerra contra el narcotráfico.
José Luis Piñeyro, Manuel Bartlett, Manuel Camacho Solís, Alejandro Gertz Manero y Bernardo Bátiz hablaron sobre las diferencias que existen entre seguridad pública y seguridad nacional.
Coincidieron en que no ha habido una reforma real al sistema de justicia y que las políticas aplicadas por el Estado no garantizan una respuesta satisfactoria. Bartlett inclusive anotó que la respuesta es nula y puede llevar al “rompimiento social”.
En tanto, Piñeyro expuso: “nos damos cuenta de que ahora que la narcopolítica ha penetrado las instancias del Estado” no se ha consignado a nadie de la alta clase política y ni siquiera a empresarios.
Gertz Manero, en tanto, manifestó que se carece de un diagnóstico verdaderamente transparente y preciso sobre cuál es la “enfermedad” en materia de seguridad. Cuestionó que el gobierno federal insista en mantener un sistema que “ya dejó de funcionar”.
Bernardo Bátiz, por su lado, señaló que la administración calderonista “no ha podido meter orden” en su lucha antinarcotráfico. Al contrario, manifestó, “golpeó el avispero y están desesperados”.