Usted está aquí: lunes 24 de noviembre de 2008 Estados Procesadoras de frijol en Zacatecas, elefantes blancos; no operan ni a 10%

■ Fueron instaladas en Calera y Sombrete en 2005 y presentadas como las “primeras en su tipo”

Procesadoras de frijol en Zacatecas, elefantes blancos; no operan ni a 10%

■ Su capacidad es para limpiar, pulir y envasar hasta 120 mil toneladas de la gramínea al año; en 2008 el volumen apenas superó 10 mil: Sedagro; fallas técnicas y costos de operación, los problemas

Alfredo Valadez Rodríguez (Corresponsal)

Ampliar la imagen Personal técnico de una de las plantas instaladas en el municipio de Calera intenta embolsar frijol, el cual se fracturó durante el procedimiento. La maquinaria para comercializar el producto fue traída de Estados Unidos y costó poco más de 65 millones de pesos Personal técnico de una de las plantas instaladas en el municipio de Calera intenta embolsar frijol, el cual se fracturó durante el procedimiento. La maquinaria para comercializar el producto fue traída de Estados Unidos y costó poco más de 65 millones de pesos Foto: Alfredo Valadez R.

Zacatecas, Zac., 23 de noviembre. Las dos plantas de beneficio de frijol que impulsarían la comercialización de la gramínea zacatecana nacional e internacionalmente –como presumieron en 2004, Javier Usabiaga Arroyo, entonces secretario de Agricultura de Vicente Fox Quesada, y Amalia García Medina, gobernadora del estado– no funcionan ni a 10 por ciento de su capacidad instalada, que es de 120 mil toneladas al año, y se han convertido en elefantes blancos, dicen sus críticos.

En las instalaciones, ubicadas en los municipios de Calera y Sombrerete, se invirtieron más de 65 millones de pesos (parte de los cuales se usó para importar de Estados Unidos maquinaria para limpiar, pulir y envasar frijol), y en octubre de 2005 se inauguraron formalmente.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) las incluyó en su “informe especial para líderes de opinión” –número 40 de octubre de 2004– como las “primeras en su tipo construidas en el país”.

La inutilidad de las factorías fue evidente el miércoles pasado, cuando Alberto Cárdenas Jiménez, titular de la Sagarpa, acudió junto con Amalia García a Sombrerete (unos 167 kilómetros al noroeste de la capital), para anunciar el subsidio de 134 millones de pesos en apoyo a la comercialización de frijol.

El funcionario federal no pudo ver la “demostración” –como estaba previsto–, debido a fallas técnicas en la operación del equipo traído a México por la empresa Industrial Equipment Machinery.

Mientras se realizaba el acto protocolario ante unos 300 campesinos y burócratas de la Sagarpa y de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) del estado, en el área de máquinas un grupo de técnicos hacía “pruebas” para echar a andar la planta, con capacidad para procesar hasta 20 toneladas de frijol por hora.

Nerviosos ante un reportero que tomaba fotos del fallido proceso de envasado, los trabajadores vieron frustrada su labor, sobre todo cuando ocurrió una falla en el suministro eléctrico que dejó sin luz a toda la comunidad.

Lo único que se comprobó fue que al pasar por la pulidora, antes de ser envasado en costales, el frijol negro Zacatecas se fracturaba totalmente. El mismo problema fue detectado hace tres años en la planta de Calera, cuando la echaron a andar.

Tampoco fue posible hacer funcionar correctamente la envasadora de frijol por kilos, ubicada ahí mismo. La máquina que debe controlar electrónicamente el proceso deja bolsas sin sellar y derrama más grano del que debiera al pasar por la banda transportadora.

Dos funcionarios de la misma dependencia federal y uno más que trabaja en Sedagro ofrecieron sus testimonios a La Jornada. Uno afirmó que el grano se quiebra porque “trajeron esas plantas de Estados Unidos, están diseñadas y calibradas para frijol de otro tipo.

“Para un campesino beneficiar –continuó– beneficiar ahí su frijol tiene un costo de aproximadamente 350 pesos por tonelada, cuando en otras beneficiadoras les cobran apenas 150 pesos.”

Otro asegura que siete días antes de que viajara a Zacatecas Cárdenas Jiménez, el miércoles pasado, se contrató el suministro eléctrico para la planta. “En Sombrerete no había ni luz, y sólo estaba en el lugar un vigilante... Sedagro llevó al personal de la planta de Calera el día de la gira del secretario para tratar de echarla a andar, pero claro que no pudieron; no es asunto de un día.”

Leonel Cordero Lerma, delegado de la Sagarpa en Zacatecas, dijo que “se han superado” los problemas con la operación de las plantas, pero que “el problema grave son los costos de operación que tienen estas plantas para beneficiar y envasar el frijol”.

Ahora “resulta más caro para los campesinos procesar su frijol en estas plantas por su dimensión, por su tamaño, por sus costos de operación”, agregó.

Según el delegado, una solución a los altos costos de operación es que el gobierno local deje de administrar las plantas, entregarlas a los productores, pero sin dejar de vigilar su funcionamiento:

“Se ha demostrado que los gobiernos federal, estatal o municipal no son buenos administradores; su función es otra: el servicio público y, bueno, una alternativa podría ser una especie de concesión”, comenta.

En cuanto a los problemas en las plantas, dijo que sólo cuando operen en forma óptima, al ciento por ciento, pueden llegar a beneficiar un volumen representativo de los 20 mil productores de frijol.

En cambio, Daniel Fajardo Ortiz, titular de la Sedagro, asegura que “esas plantas funcionan perfectamente”. Sobre las fallas técnicas, sostiene que solamente “3 por ciento” del frijol procesado se arruina y no la mayor parte, como se observa en los centenares de costales estibados en la planta de Sombrerete:

Afirma que la calidad con la cual se procesa el grano en las plantas “nos ha permitido registrar la marca Tierra Colorada, que sólo otorgamos a quien beneficie su frijol en estas plantas”.

Desde que se construyeron, se informó que ambas plantas tienen capacidad para procesar al año hasta 120 mil toneladas de frijol, aproximadamente 30 por ciento de la producción total del estado, dato que confirmó Cordero Lerma, delegado de la Sagarpa.

Pero en 2007 sólo lograron procesar 3 mil toneladas, y este año el volumen apenas superó las 10 mil, informó el titular de Sedagro.

El problema, justificó, es porque “no todos los campesinos tienen el interés de beneficiar su grano, hay una vieja cultura de vender en ‘calidad campo’ a los clientes”, es decir, tal como lo cosechan, sin limpiarlo ni pulirlo; sólo lo ponen en costales y lo venden.

“A los agricultores les hemos puesto a disposición las plantas y han decidido que no, que el mercado no lo ocupa así, que pueden vender bien su frijol con ‘calidad de campo’ y no con calidad de primera”, refirió.

 
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