Reporte Económico
El comercio exterior en la crisis
Las erráticas y titubeantes medidas anticrisis adoptadas o en discusión en Estados Unidos van transformando el crack financiero en severa crisis económica. Hay quienes sostienen que una buena sacudida económica no le vendría mal al país de los superhéroes y que sólo ésta es capaz de enfrentarlos con la arrogancia, el cinismo y la criminal prepotencia que define a gran parte de su clase gobernante –argumento que no carece de bases– como tampoco el que ve a la crisis como una hoguera expiatoria que purificará los excesos y ubicará al país del desperdicio en el lugar que le corresponde, en un mundo que lejos de caminar hacia su soñada unipolaridad avanza hacia una universalidad multipolar.
Estados Unidos siempre será una nación grande y poderosa, pero ya llegó a su cenit en el siglo 20; pudo ser el líder inobjetable de la globalidad pero sólo tuvo tamaños para el saqueo, el abuso y la arbitrariedad… y su tiempo histórico ya se acabó.
Pero el problema medular del mundo radica en la capacidad que tengamos para poner bajo control la verdadera fuerza depredadora: el capital corporativo global, aunque éste requiere para su expansión el respaldo de gobiernos poderosos, como el de Estados Unidos. Ésta es en el fondo la expectativa creada por Obama, es la esperanza y es la incógnita de este brillante político que surge de la nada, convoca a los jóvenes, rompe barreras raciales y enarbola el cambio en el vórtice de la crisis. Ni duda cabe que llegó al lugar, en el momento y con el discurso oportunos; ahora viene la hora de la verdad.
Comercio exterior
La salud del gigante es en especial sensible para países como México, que son excesivamente dependientes y vulnerables a lo que allá suceda. Es por ello necesario más que nunca mantener la objetividad para no minimizar los riesgos ni sobrestimarlos. Para ello hoy enfocamos el tema del comercio exterior.
En los primeros tres trimestres del año, las exportaciones totales de mercancías ascendieron a 229 mil millones de dólares, 30 mil (15.3%) más que en igual periodo de 2007. En forma casi idéntica, las importaciones aumentaron 32 mil millones (15.4%) y totalizaron 237 mil millones, con lo que el saldo comercial enero-septiembre fue deficitario en -8 mil 380 millones, ligeramente arriba de los -7 mil 156 de déficit en igual periodo de 2007 (Gráfico 1).
Por trimestres, las exportaciones totales pasaron en el primero de 60 mil millones de dólares en 2007 a 70 mil en 2008; en el segundo, de 68 mil a 80 mil, y en el tercero, de 70 mil a 79 mil millones. Hay, por consiguiente, un crecimiento sustantivo tanto en las ventas de todo el periodo como en cada uno de los tres trimestres (Gráfico 2).
Enfocando las exportaciones de los cuatro principales capítulos arancelarios, en todos se observa crecimiento, aunque en algunos casos modesto:
• En Combustibles minerales (incluye petróleo) y sus productos (27) las ventas enero-septiembre pasaron de 29.9 a 43.1 miles de millones de dólares de 2007 a 2008. Los tres trimestres registrando crecimiento.
• En Aparatos mecánicos y partes (84) las ventas totales casi no varían (25.8 mil millones en 2007 y 25.9 en 2008), aunque disminuyeron en el primero y segundo trimestres para repuntar en el tercero.
• En Máquinas y material eléctrico (85) las exportaciones aumentaron de 49.9 mil millones en 2007 a 57.8 en 2008, con crecimiento en todos los trimestres.
• En Vehículos terrestres y sus partes (87), donde a pesar de la crítica situación de la industria automotriz en Estados Unidos las ventas enero-septiembre aumentaron globalmente de 30.8 mil millones en 2007 a 32.2 en 2008, aunque con crecimiento en el primero y segundo trimestres y decrecimiento en el tercero (Gráfico 2). La depreciación del peso será un factor importante para que México siga siendo un proveedor-maquilador competitivo en el mercado estadunidense.
En cuanto a la distribución geográfica de las exportaciones mexicanas, hay ligeras variaciones respecto de 2007: a Estados Unidos se dirigieron en los primeros nueve meses del año 80.1% de las ventas, contra 82.4% en 2007, y a Europa 6.5% contra 5.5% en 2007. Aumentaron también ligeramente las ventas hacia América del Sur, Asia, Africa y Oceanía.
En síntesis, en los tres primeros trimestres del año no se registra un deterioro (salvo en casos aislados) de nuestras exportaciones. De hecho, si no fuéramos deficitarios en lácteos, cárnicos, cereales, oleaginosas y grasas (todo producible en México) el déficit comercial se convertiría en superávit; si además a Pemex se le hubiera dejado producir los derivados que ahora tenemos que importar, el superávit enero-septiembre sería cercano a los 25 mil millones de dólares.
En otras palabras, México no tiene un comercio exterior sano no por la crisis sino porque “alguien” no está siendo capaz de manejar ni el campo ni el petróleo… ni la industria, la banca, los servicios…
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