■ Abarcaría entre 10 mil y 30 mil millones de pesos además de garantías financieras
Analizan empresas automotrices y autoridades un plan de rescate
■ El gobierno debe evitar que esa industria sea arrastrada por el riesgo de quiebras de las armadoras de EU, dice Ixe
■ Están en riesgo al menos 500 mil empleos directos, advierte
Empresas fabricantes de automotores y autoridades del gobierno federal comenzaron encuentros con miras a elaborar un plan de rescate que incolucraría apoyos por entre 10 mil y 30 mil millones de pesos, además de garantías financieras de Nacional Financiera (Nafin) con el sector bancario, o emisiones de deuda, por 50 mil millones adicionales.
El presidente de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas, Mario Sandoval Chávez, informó sobre los encuentros a los que han asistido también dirigentes de las asociaciones mexicanas de la Industria Automotriz (AMIA) y de Distribuidores de Automotores (AMDA) con las autoridades de Nafin y la Secretaría de Hacienda, donde los representantes de la industria intentan sensibilizar a las autoridades para que apoyen lo que consideran “un sector clave y estratégico para el país”.
Al respecto, analistas del grupo financiero Ixe hicieron notar la necesidad de que el gobierno mexicano ponga de su parte para apoyar a la industria automotriz, y evitar que sea arrastrada por el riesgo de quiebras de varias armadoras estadunidenses.
Alertaron acerca del riesgo de perder, al menos, unos 500 mil empleos directos que representa la industria automotriz en México. Además es un sector cuya producción participa con 23 por ciento de las exportaciones totales y capta 6 por ciento de inversión extranjera.
Se calcula que por cada empleo directo que se genera en el sector, existen otros cinco indirectos. Cada año se venden más de un millón de unidades en México, de las cuales 40 por ciento reciben financiamiento a través de las agencias automotrices; otro 20 por ciento se vende en flotillas a unidades productivas o instituciones, también a través de financiamientos.
Los analistas de Ixe sugieren que un apoyo a este sector de las manufacturas tendría resultados más rápidos, que sólo la apuesta a los grandes proyectos de infraestructura, donde “subsiste la duda sobre la rapidez con la que puedan implementarse las grandes obras públicas”.
Apoyo mediante financiadoras
En medio de la incertidumbre sobre el futuro de las grandes armadoras estadunidenses, General Motors, Chrysler y Ford, que intentan obtener apoyos de su gobierno por 25 mil millones de dólares, sus filiales en México pretenden adelantarse a los acontecimientos, evitar ser arrastradas por sus matrices y ser obligadas a suspender actividades. De hecho, en octubre pasado el mercado mexicano sufrió un desplome de 14.3 por ciento en las ventas de automotores, el peor en la última década.
Al respecto, Sandoval Chávez explicó que se busca apoyar a un sector estratégico como es el automotriz a través de las financiadoras automotrices, no de financiar créditos al consumo. Tampoco se trata, añadió, de resolver “un problema de cartera vencida, porque lo tenemos en 2 por ciento, que es muy bajo y controlado”.
Sandoval Chávez aseguró que en cuestión de días las autoridades deberán resolver las peticiones de las financiadoras, caso por caso, para que analicen sus condiciones particulares y las garantías que deberán otorgar a cambio del financiamiento gubernamental.
“El apoyo no es gratuito, no se pide ningún subsidio, sabemos que tiene un costo y que debemos poner garantías adicionales que le otorguen visión de riesgo normal. Estas pueden ser desde las cuentas por cobrar o los inventarios, incluso activos fijos que den mayor apoyo a la propuesta. Esa parte ya la logramos, estamos en el buen camino”, aseguró en entrevista.
El objetivo es evitar que se profundice más la caída que la industria automotriz muestra en sus niveles de producción y ventas en México, que ha acarreado incluso a paros técnicos de algunas plantas, insistió a su vez Guillermo Rosales, director de relaciones gubernamentales de AMDA.
La petición de financiamiento del sector automotriz se extenderá a los gobiernos de los siete estados donde se asientan las principales plantas automotrices: Coahuila, Chihuahua, Sonora, Morelos, Guanajuato, Puebla y estado de México, abundó Sandoval Chávez. “No les vamos a pedir dinero prestado, sino que los gobiernos estatales pongan un aval para la financiera y evitar el cierre de la planta que impacte a toda su economía local”, dijo.