■ La máscara del actor se presenta en el Centro Cultural del Bosque
Rinden homenaje a los grandes histriones que están por desaparecer
■ Protagonizan la historia Josafat Luna, director, y Sergio Bustamante
Inspirada en El canto del cisne, de Chéjov, historia a la que se agregan fragmentos de La vida es sueño, de Calderón de la Barca; Hamlet, de Shakespeare, y El enfermo imaginario, de Molière, el reconocido actor Sergio Bustamante y el director Josafat Luna, llevan a la escena La máscara del actor, obra que se presenta los fines de semana y concluye su temporada el próximo 14 de diciembre, en el Centro Cultural del Bosque.
Ambos creadores escénicos son los protagonistas de esta obra, cuya historia gira en torno a los recuerdos, miedos, gustos, disgustos y anhelos de un talentoso y viejo actor, quien por momentos con amargura, ironía, amor o pasión, habla de la vida y el teatro, arte que, a decir de los personajes, “no puede desaparecer, porque es donde la humanidad se enfrenta a ella misma, donde la vida y la muerte habitan y donde deambulan los personajes de la historia y la ficción; y donde el actor es el mago que da cuerpo y forma a las grandes pasiones”.
“Esta obra tiene que ver con muchos actores que ya se fueron y otros que aún andan dando lata por ahí”, comenta Sergio Bustamante.
“Esta pieza es un especie de homenaje a los grandes actores que están por desaparecer; porque a causa de la televisión, el público lo único que quiere ver son las estrellas. Es un ámbito lleno de farsantería. Del actor farsante que no es actor y de los farsantes que siguen ese juego.”
En La máscara del actor vemos a un personaje, un actor que encara su realidad, al amor que le tiene al teatro y a todo lo que se enfrenta cuando envejece, explica Bustamante.
Lucha a tres bandas
“Sin embargo, a diferencia de esas estrellas presuntuosas de televisión, que se dicen actores y que en realidad nunca han demostrado nada, cuyo trabajo es telenovelero, aquí se quiso presentar a un actor de teatro.”
Para Bustamante, así como para Josafat Luna, director del montaje, es muy importante hacer un teatro digno.
Lamentablemente, dice el actor, “es muy difícil, porque es una triple lucha: contra uno mismo, contra el medio que exige hacer cursilerías que se parezcan a las telenovelas y contra cierta burocracia”.
Para concluir, comentó Sergio Bustamente, en esta obra se expone el tema de la muerte conforme transcurre la historia.
Con el diseño sonoro de Antonio Russek, iluminación de Mario Mendoza y escenografía de Marcela Lizárraga, La máscara del actor se presenta jueves y viernes a las 20 horas, sábados las 19 y domingos a las 18 horas, en la sala Xavier Villaurrutia, del Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional.