■ Foro en honor del autor de Terra Nostra
Historiar requiere humildad del corazón, dijo Florescano
El arte de historiar fue el tema en torno al cual disertaron Friedrich Katz, Enrique Florescano, David Brading y Héctor Aguilar Camín, la noche de este miércoles en El Colegio de México (Colmex).
Como muchas otras actividades, esa conferencia se dedicó al escritor Carlos Fuentes por sus 80 años, al término de la cual el director del Colmex, Javier García Diego, entregó al autor de Terra Nostra una estatuilla, réplica de la escultura que adorna la entrada de la institución académica: Semina motum, de Luis Palacios Kaim.
El maestro Florescano, a manera de viñetas, ofreció una reflexión sobre algunos de los principales temas del arte de historiar.
Con base en principios como El relato histórico como discurso de historiar, La historia y el conocimiento de lo extraño y remoto, La historia y el registro de la temporalidad, La historia y el encuentro con lo irrepetible, así como la relación entre el novelista y el historiador, Florescano destacó las exigencias de la labor de historiar.
“Por todos esos rasgos o principios, a la práctica de la historia se puede llamar el oficio de la comprensión, pues obliga a un ejercicio de comprensión de las acciones y motivaciones de seres humanos diferentes a nosotros; y como esa tarea se practica con grupos y personas que ya no están presentes, es también un ejercicio de comprensión de lo extraño.
“El oficio de historiador –resumió Florescano– exige una curiosidad hacia el conocimiento del otro, una disposición para el asombro, una apertura a lo diferente y una práctica de la tolerancia. El oficio de historiador requiere la humildad del corazón y la apertura de la mente.”
Katz: historia comparada
En su turno, el historiador austriaco Friedrich Katz hizo un ejercicio de historia comparada y se refirió a cómo sobrevivieron las clases altas y hacendados en la Revolución Mexicana. Señaló que una de las razones por las que sobrevivieron las clases altas fue que los hacendados mexicanos vendieron sus propiedades con precios bajos a prestanombres estadunidenses. Fue la época, destacó, “en la que más propiedades mexicanas se transfirieron a manos” de personas de Estados Unidos.
David Brading, quien el próximo día 25, a las 19 horas, ingresará como miembro corresponsal de la Academia Mexicana de la Historia, se refirió al papel de los personajes de ficción en la novela histórica.
Aguilar Camín, por su parte, aludió a nuestro pasado hispánico y los diversos desencuentros durante la Independencia, la Revolución y la posrevolución, que se tuvieron con ese pasado. “Un litigio viejo aún no resuelto; una España con la que debemos reconciliarnos”.