México SA
■ Baja California Sur, tierra de nadie
■ En 3 años pasaron 45 mil hectáreas a manos privadas
Los colores del lábaro patrio se despintan con atroz rapidez en una de las dos preciadas penínsulas de la República, la de Baja California, y para apurar el proceso las “autoridades” municipales, estatales y federales han abierto las puertas al capital privado foráneo y nacional (muchas veces como prestanombres) para que éste concluya su enorme centro comercial e inmobiliario en la entidad, dedicado a fraccionar la geografía peninsular para vender todo lo existente, incluso lo legalmente prohibido.
Desde La Paz, el colega Tulio Ortiz Uribe nos envía la siguiente denuncia sobre lo que acontece en una de las dos “mitades” de la misma península: Baja California Sur es tierra de nadie. En juzgados, penales y oficinas de la Procuraduría Agraria se litigan incontables demandas por despojo. Pequeños propietarios y ejidatarios de la llamada “última frontera”, ya no sienten lo duro sino lo tupido. Y es que de la mano del nefasto John McCarthy (director de Fonatur con Fox) y con la bendición del gobernador “perredista” Narciso Agúndez, han llegado “inversionistas” españoles, gringos y criollos con cuentas de vidrio, pero también con garrote, para apoderarse de ese filón de oro que son las apacibles y cálidas playas del sur peninsular.
En sólo tres años, 45 mil hectáreas de terrenos nacionales, ejidales y de pescadores con frente de playa, han pasado a manos privadas. Todas a precio de remate. Si bien les fue, algunos propietarios recibieron tres dólares por metro cuadrado. Los “desarrolladores” venderán a mil dólares el metro. Otros ni eso reciben. Es el caso de Juan Bueno Herrera, quien tuvo “la mala suerte” de que su propiedad, en La Ribera, quedara justo en medio de Cabo Riviera, un “desarrollo turístico” propiedad del barón del dinero Mariano Mariscal Barroso, que recién inicia su construcción a orillas del Mar de Cortés.
Terco a vender su terreno al precio que le fija el “inversionista”, no tardaron presiones y amenazas. Bueno Herrera denunció ante las autoridades judiciales (averiguación SJC/00583/TUR/2008) a los empresarios Mariano Mariscal Barroso (cómodo huésped del Fobaproa y fundador del Grupo Marhnos, cuyo actual presidente ejecutivo es José Ignacio Mariscal Torroella) y Mariano Mariscal Asúnsolo, por el delito de amenazas, y los responsabilizó “por lo que le pueda pasar”. Piadosos que son, los Mariscal no han dudado, según relata Bueno Herrera, en enviar a “desconocidos” quienes “ingresaron a la casa habitación” que tiene construida en el predio, de donde “robaron una camioneta y ganado de su propiedad, además de causar daños al edificio”, por lo que levantó otra demanda LRV/050/2008.
José Ignacio Mariscal Torroella es un activo militante del comité ejecutivo de la Coparmex; hace poco fue nombrado por unanimidad presidente mundial de la Unión Internacional de Asociaciones Patronales Católicas y apenas antes había sido presidente del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana. Como simple referencia, el ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos, preside la Organización Demócrata Cristiana de América (la siempre pía familia Servitje, la del osito Bimbo, también aparece familiarmente en los negocios de los Mariscal, y éstos con los de aquella, en medio de celestiales cánticos).
Apenas en abril pasado, en el Tianguis Turístico de Acapulco, los Mariscal, agarrados del crucifijo y seguramente muertos de la risa, escucharon decir al inquilino de Los Pinos que su gobierno “trabaja para que impere el orden y la convivencia pacífica” en las zonas turísticas del país, y aseguró a los empresarios del ramo que hoy “México se ha abierto paso con una imagen de certidumbre y certeza jurídica en el mundo”. Sin embargo, a los sudcalifornianos nada les provoca risa desde que los “empresarios” empezaron a cercar las playas y negar su acceso mediante agentes de seguridad privada. “Certeza jurídica” y “estado de derecho” para unos cuantos, el pueblo que se las arregle como pueda.
Y para que se vea que en el estado también se “trabaja” para que “impere el orden” y los barones del dinero tengan “certeza jurídica”, el gobernador Narciso Agúndez Montaño les ofreció “toda la colaboración y respaldo del gobierno estatal”, ya que, si les va bien a los desarrolladores turísticos, “debe irle bien a las comunidades en las que llevan a cabo sus inversiones”, y pidió “incorporar a los habitantes al desarrollo”, para que las familias “no sean simples espectadoras del progreso, sino actores centrales en la generación de empleos y la derrama económica”. Otro chiste malo.
Mientras tanto, allá en La Ribera, Juan Bueno Herrera se atrinchera en su propiedad. La defiende día y noche, para no convertirse en “un simple espectador del progreso”, como sugiere Agúndez. Pero como México “tiene todo para convertirse en una de las principales potencias turísticas a escala mundial” (Calderón dixit), y los Mariscal con todo y rescates del Fobaproa (Rincón Sabroso, Huatulco, Oaxaca) andan cortos de cash y el proyecto, según informaron, costará mil millones de dólares, no lo pensaron dos veces e invitaron como socio a un personaje siniestro: Gary Jacobs, Mister South Texas, presidente del Laredo National Bank (LNB), otrora feudo de Carlos Hank Rhon.
En 2000, la periodista Julie Reynolds de la revista El Andar Magazine, escribió un reportaje (“Los contrabandistas de dinero”) en el que relata que Jacobs, en 1988, invitó a los entonces presidentes Ronald Reagan y Miguel de la Madrid a un crucero por el Mar de Cortés a bordo de su yate al que nombró de Sheen Gone. Reynolds agrega que “…Jacobs entró en LNB en 1966… pero su verdadero enriquecimiento tuvo lugar después de 1989, cuando invitó a Carlos Hank Rhon a comprar acciones… Hacia 1994, Hank Rhon se había apoderado del banco mediante maniobras sospechosas, incluida la canalización de millones de dólares a través de las cuentas de su familia en Citibank…” Empleado y socio de Hank durante diez años, Jacobs supo sortear, gracias a sus relaciones políticas, las investigaciones del gobierno de Estados Unidos bajo la sospecha de que el banco blanqueaba dinero. El hijo del profesor vendió sus acciones en 850 millones de dólares al BBV Bancomer en 2005, y el ahora socio de los Mariscal fue ratificado como presidente del banco por los españoles.
Hasta allí la denuncia, aunque, lamentablemente, no el atraco en Baja California Sur.
Las rebanadas del pastel
Todo bajo control: a mayor sacrificio de reservas internacionales, mayor tipo de cambio: ayer 14 de los nuestros por cada billete verde… El Club de Periodistas de México invita al 31 Foro “Ley del ISSSTE: ¿contra los trabajadores al servicio del Estado?” Participan Lauro Sol, Eduardo Miranda, José González, Román Díaz y Manuel Fuentes. Moderan Celeste Sáenz de Miera y José Manuel Orozco. La cita, a las 18 horas, en Filomeno Mata 8 Centro Histórico.