■ Causante de 30 por ciento de la infecciones en esos sitios, es muy resistente a los fármacos
Aumenta la presencia de bacteria peligrosa en hospitales del mundo
■ La Acinetobacter baumanii puede llegar a desfigurar al paciente, explica experto en ciencias biomédicas de Grecia
■ Vinculada con brotes en las instituciones, que son difíciles de controlar
Londres, 18 de noviembre. Una bacteria peligrosa, altamente resistente a los medicamentos y que suele encontrarse en el suelo y en el agua aumenta su presencia en los hospitales de todo el mundo, advirtió el martes un experto en enfermedades infecciosas.
El Acinetobacter baumanii es más resistente que la superbacteria Staphylococcus aureus a la metacilina, o SARM, y representa alrededor de 30 por ciento de las infecciones hospitalarias de ese tipo, dijo Matthew Falagas, director del Instituto de Ciencias Biomédicas Alfa, en Grecia.
“Hay una creciente frecuencia de infecciones con Acinetobacter baumanii en varios hospitales de todo el mundo”, señaló durante una entrevista telefónica Falagas, también docente de la Escuela de Medicina de la Universidad Tufts, en Boston.
“Las infecciones son difíciles de tratar porque las bacterias son resistentes a la mayoría de los medicamentos”, añadió el experto.
Las bacterias como el SARM son un problema cada vez mayor en el mundo, debido a que pueden causar infecciones muy peligrosas y desfigurar al paciente y sólo pueden tratarse con medicamentos costosos.
La semana pasada un grupo de investigadores informó que una causa común de diarrea, a veces letal, denominada Clostridium difficile resistente a los fármacos, era más prevalente en los hospitales de Estados Unidos de lo que se creía.
Los autores de ese estudio indicaron que 13 de cada mil pacientes estaban infectados con la bacteria.
Los gérmenes resistentes a los medicamentos suelen expandirse en los hospitales, las casas de asistencia y otras instalaciones médicas.
“El papel del Acinetobacter baumanii como patógeno causante de infecciones graves en pacientes en estado crítico se ha vuelto cada vez más claro”, escribió Falagas en la revista The Lancet Infectious Diseases.
“Este patógeno está vinculado con brotes en las instituciones, que son difíciles de controlar”, agregó el especialista.
Los médicos empiezan a usar antibióticos llamados polimixinas para combatirlo, fármacos que no se utilizaron mucho en los pasados 20 años en parte por sus efectos colaterales, entre los que se destacan los problemas renales, indicó Falagas.
Esto implica que los médicos necesitan nuevos medicamentos para luchar contra la bacteria. Aunque la mejor arma sigue siendo lavarse las manos para detener la diseminación del Acinetobacter baumanii, que puede vivir varias semanas en superficies secas, agregó el autor.
“La buena higiene de las manos entre el personal de los hospitales es la medida número uno en importancia”, reiteró Matthew Falagas.