Usted está aquí: lunes 17 de noviembre de 2008 Deportes Triunfan Manolo Mejía y Fermín Spínola con toros de El Junco en la Plaza México

TOROS

■ Eloy Cavazos se despidió de los ruedos, por enésima vez en su vida, ahora en Monterrey

Triunfan Manolo Mejía y Fermín Spínola con toros de El Junco en la Plaza México

■ El encierro, suave y alegre, hizo evidentes las limitaciones de Pedro Rubén

Lumbrera Chico

Ampliar la imagen Eloy Cavazos durante su despedida en Monterrey Eloy Cavazos durante su despedida en Monterrey Foto: Notimex

Con un suave y noble, pero de ninguna manera bravo ejemplar de El Junco, Manolo Mejía se acordó de sus buenos tiempos y bordó una vistosa faena por la zurda durante la séptima fecha de la temporada me-xi-ca-ní-si-ma del embudo de Insurgentes, donde Fermín Spínola también desparramó el arte al cuajar por la derecha a otro bombón.

En Monterrey, mientras tanto, llena a reventar, la plaza Lorenzo Garza atestiguó la nonagésima sexta despedida de los ruedos de Eloy Cavazos, que por supuesto provocó una apoteosis totalmente predecible en su tierra natal. También hubo toros en el Nuevo Progreso, de Guadalajara, y en la Vicente Segura, de Pachuca, donde los altos precios, los toros chicos y los pobres carteles ahuyentaron a los aficionados y también a los villamelones.

Para desconsuelo de quienes se desviven en las pantallas chicas elogiando a los empresarios de la México porque este año no contrataron toreros extranjeros y prefirieron “arriesgarse” a darles “oportunidad” únicamente a los mexicanos, resulta que el novel diestro Pedro Rubén, o más bien la gente que lo promueve, tuvo que “invertir” una cifra muy respetable para que el muchacho fuera incluido, junto a Manolo Mejía y Fermín Espínola, en el cartel de ayer.

Vestido de esmeralda y oro, muy joven y de buena percha, pero carente por completo de recursos y también de aplomo para soñar entre los pitones, Pedro Rubén desperdició a Pacorro, el de su confirmación, que fue sin duda el mejor del sexteto. Mientras el bicho tuvo gas, su inexperto lidiador le hizo monerías, pero en cuanto a los dos se les acabó la fuerza comenzaron los problemas, los pinchazos y al final las mentadas y las rechiflas.

Con el que cerró plaza, una bestia joven y pronta, que se comía la muleta con avidez, Rubén exhibió incluso falta de afición, lo que pone en duda su permanencia en este difícil y abnegado oficio. Lo bueno es que está a tiempo de estudiar una carrera técnica.

El peor de la tarde, lo que son las cosas, le tocó a Mejía, a quien los años en la brega lo ayudaron a sobrellevar el problema sin inmutarse e incluso a banderillear con lucimiento. La suerte le cambiaría en cuanto saltó a la arena Don Fer, un toro hecho y derecho, alegre y emotivo, al que nada le dijo con el capote y que no peleó en la suerte de varas.

Tenía empero muchas patas cuando Manolo le adornó el morrillo y estaba en su punto cuando el diestro comenzó a embarcarlo por la izquierda, y a templarlo con la punta de la muleta, para llevarlo de aquí hasta allá, girando en redondo en repetidas series, antes de trazar algunos adornos y matarlo de entera levemente caída pero letal, que el juez premió con dos orejas.

Spínola salió lleno de entusiasmo a vérselas con Fito, tercero de la tarde, al que también banderilleó de poder a poder, antes de intentar clavar al quiebre, en un terreno muy comprometido, y sufrir un porrazo en el vientre, del que se levantó sin mirarse la ropa. Con la muleta en la derecha, descubrió que el rumiante era de dulce, y se lo zumbó a placer, con clase y ritmo, siempre en los medios, conectando con el público, en plan de triunfo.

Todo lo contrario le ocurriría con Canónigo, segundo de su lote, que tenía peor carácter pero embestía de maravilla. Por desgracia nunca se acopló con él, le metió el acero muy atrás, intentó descabellarlo sin advertir que el bicho seguía muy fuerte y terminó escuchando los tres avisos, mientras la noche se helaba lentamente y castañeteaban los dientes de las muchachas mal vestidas.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.