■ En Bagdad, atentados con coche bomba dejan al menos 10 muertos
Fallecen dos soldados de EU en Irak al desplomarse su helicóptero
Bagdad, 15 de noviembre. Dos soldados estadunidenses murieron este sábado en la ciudad de Mosul, al norte de Irak, luego de que su helicóptero se derrumbó cuando chocó con unos cables al tratar de aterrizar, informó un vocero militar.
Al mismo tiempo, otro marine falleció a causa de heridas por el estallido de una bomba en la occidental provincia de Al Anbar. Dichos incidentes elevaron a 4 mil 200 la cifra de soldados estadunidenses muertos desde que se inició la invasión a Irak, en marzo de 2003, de acuerdo con el sitio web independiente www.icasualties.org.
Por otra parte, dos atentados con coche bomba en Bagdad y Tal Afar, ciudad del norte cercana a la frontera con Siria, dejaron al menos 10 civiles iraquíes muertos y 60 heridos.
El primer atentado ocurrió en Tal Afar, considerada por las tropas ocupantes como “bastión urbano” de Al Qaeda, con una explosión en un mercado de autos, que provocó siete muertos y 37 lesionados.
En la noche, un vehículo estalló en las inmediaciones del Teatro Nacional, en Bagdad, con saldo de tres muertos y 23 heridos.
Las acciones de violencia en el país asiático continuaron en otros puntos cercanos a la capital, con el estallido de tres bombas frente a camiones y patrullas, que en total dejaron 29 heridos, entre ellos 18 policías.
En ese contexto, el ex dirigente del ejército australiano Chris Barrie señaló que nunca hubo evidencias reales que justificaran la invasión a Irak.
Entrevistado por la televisora australiana ABC, el militar afirmó que “incluso hasta el día de mi retiro nunca vi evidencia que dijera que repentinamente debíamos ir a hacer algo a Irak.”
ABC presentó la charla con el almirante Barrie como parte de una serie especial de análisis sobre la actuación del ex primer ministro John Howard, quien respaldó la llamada “guerra contra el terrorismo” lanzada por George W. Bush.
Howard, cuyos 11 años en el poder terminaron en 2007 con la victoria aplastante del actual premier Kevin Rudd, admitió que en el momento de decidir participar en la invasión a Irak se dio cuenta de que su carrera política podía terminar.