■ Grupos sociales celebran en Washington la muerte del capitalismo
La “cumbre del pueblo” exige medidas que beneficien a los trabajadores
Ampliar la imagen Integrantes de la “cumbre de los pueblos” criticaron las medidas para salvar al capitalismo Foto: Ap
Washington, 15 de noviembre. De forma paralela a la cumbre del G-20, activistas de todo Estados Unidos celebraron en Washington la “cumbre del pueblo” para exigir medidas económicas que beneficien a los trabajadores en todo el mundo. Los actos comenzaron el viernes, con un “banquete del pueblo” que ofrecieron a personas con pocos recursos frente a la Casa Blanca.
“Pedimos cambios estructurales reales que antepongan las necesidades del pueblo a las ganancias, en el contexto de una verdadera democracia”, explicó David Thurston, de Casa de Maryland, uno de los organizadores de la protesta.
Agregó en un comunicado que exigen políticas que creen empleos para la clase trabajadora, tanto inmigrantes como nacidos en EU, y que ayuden a construir comunidades sostenibles en materia social y medio ambiental.
Esa exigencia se convirtió en el motor de la manifestación realizada ayer para “celebrar el fin de una economía global desigual”. Acompañados de músicos que entonaban canciones de protesta, los manifestantes denunciaron el “gran perjuicio” del sistema capitalista, que “permite la avaricia corporativa en detrimento de los países pobres”.
“¡Un funeral para el capitalismo. Finalmente ha muerto!”, rezaba una vistosa pancarta, adornada con dos calaveras en blanco y negro en ambos lados. “¿Para quién estás salvando al capitalismo? Para los ricos y los poderosos”, indicaba otra. Algunos manifestantes gritaron consignas y portaron carteles con mensajes como “resistencia contra el imperio estadunidense” y “alto a la avaricia corporativa, trabajos con justicia!”, y a favor de medidas para “la necesidad humana y no para la avaricia corporativa”.
El “desfile fúnebre”, encabezado por dos mujeres ataviadas con el sombrero emblemático del Tío Sam, partió de un parque cercano a la sede del Fondo Monetario Internacional y marchó hacia una iglesia luterana, donde celebraron un foro popular. “Nuestro mensaje es que el sistema económico necesita un cambio fundamental. El fundamentalismo del libre mercado ha estado perjudicando a las familias trabajadoras durante décadas”, dijo Ruth Castel Branco, del grupo Trabajos con Justicia. Bush “ha estado presionando por más desregulación y sus políticas han provocado la pérdida de miles de empleos”, agregó la activista. Subrayó que los trabajadores han sido los más golpeados por la crisis, “pero sólo cuando se viene abajo Wall Street se pone atención”.