Usted está aquí: domingo 16 de noviembre de 2008 Política Familiares de presos de Atenco denuncian maltrato y acoso

■ Impiden a la madre de Héctor Galindo la entrada a El Altiplano

Familiares de presos de Atenco denuncian maltrato y acoso

Emir Olivares Alonso

Desde hace tres semanas, las autoridades del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) El Altiplano han impedido a la madre de Héctor Galindo Gochicoa, uno de los tres líderes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco recluidos en ese penal, ingresar a la visita familiar, porque “no es su madre biológica”.

No obstante, Nelly Urrutia Castañeda cuenta con un documento oficial de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal que le autoriza el ingreso por ser “madre de crianza” del detenido.

“Aunque no lo tuve en mi vientre está en mi corazón. El que no me permitan verlo me hace sufrir porque nadie me puede quitar el derecho de ser su madre, porque lo soy”; por ello, exigió a las autoridades federales se le permita ejercer ese derecho.

Denunció que el pasado 28 de octubre, tras el cambio de dirección en el penal de máxima seguridad, se le ha impedido el acceso a la visita familiar; “sólo nos dijeron que no podría entrar porque no soy familiar directa”.

El oficio OADPRS/4551/2007 de la SSP federal, fechado el 6 de agosto de 2007, refiere: “De acuerdo con las opiniones emitidas por las áreas del Centro Federal, en consejo técnico interdisciplinario, y tomando en cuenta que el señor Héctor Galindo Gochicoa no cuenta con familia biológica, se autoriza ingresar por sala a su familia de crianza”.

Explicó que cuando le autorizaron el ingreso “me obligaron a firmar como amiga y no como su madre, pues me dijeron que no pasaría nada”. Sin embargo, ahora se le impide visitarlo. “Héctor no es hijo biológico de la familia Vega Urrutia, pero desde pequeño formó parte de ella y como tal es hijo de crianza”.

Galindo fue detenido durante los hechos en Atenco de 3 y 4 de mayo de 2006, donde diversos organismos nacionales e internacionales han acreditado la violación a los derechos humanos por parte de la Policía Federal Preventiva contra pobladores de ese municipio. Un año después, el 5 de mayo, se le sentenció –al igual que a sus compañeros Ignacio del Valle y Felipe Álvarez– a 67 años y medio de prisión por el delito de secuestro equiparado.

Nelly Urrutia insistió en la inocencia de su hijo y aseguró que Héctor “ha sido hostigado, humillado y recibe tratos crueles en el penal”. Aseguró que desde que denunció que el tercer visitador de la CNDH, Andrés Caldero, “no ha hecho lo posible” para defender las garantías de los detenidos en ese penal, “comenzó el hostigamiento, primero me lo castigaron varias semanas, y ahora ya no me permiten verlo”.

 
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