■ Vinculan a los hijos del presidente Álvaro Uribe con el dueño de la empresa DMG
Colapso de pirámides revela estafa y lavado de dinero en Colombia
■ El gobierno no ha podido precisar hasta ahora cuál es el monto del dinero invertido
■ La compañía dice tener 300 mil clientes y el año pasado facturó 31 millones de dólares
Ampliar la imagen En Cali, decenas de personas se arremolinaron en las afueras de DMG para reclamar sus aportaciones, después de que comenzaron a circular informaciones sobre la quiebra de la empresa Foto: Ap
Bogotá, 14 de noviembre. El colapso de “pirámides financieras” en Colombia dejó a la vista pública un caso de estafa masiva por millones de dólares y un esquema de lavado de dinero en el que está involucrada la casa comercial de Bogotá, DMG, cuyo dueño aseguró hoy que algunos de sus presuntos socios son Jerónimo y Tomás Uribe, hijos del presidente Álvaro Uribe.
“No sé cómo será la relación del presidente con los hijos, pero definitivamente no está enterado de lo que hacen”, afirmó David Murcia, propietario de DMG, una empresa que ha ganado fama en el país por los altos rendimientos que ofrece, de hasta 150 por ciento cada seis meses, y por su capacidad para rembolsar el dinero de tarjetas de prepago y compras por catálogo.
Fuentes de organismos de seguridad pública han señalado la posibilidad de que los modelos de operación de DMG sirvan para blanquear dinero proveniente del tráfico de drogas, desde hace cinco años, aunque Murcia rechaza esas versiones.
Murcia afirmó en entrevista difundida por la radio local que en el pasado los hijos del mandatario hicieron una propuesta a un canal de televisión, que es de su propiedad, al responder a acusaciones lanzadas este viernes en el sentido de que DMG está vinculada al desmoronamiento de las pirámides en que participaban miles de personas, que habían acumulado unos 600 mil millones de pesos, según cálculos del diario El Espectador en su edición en Internet.
“Señor presidente, para que se entere, sus hijos están haciendo un programa muy bueno. Nosotros lo que estamos haciendo es apoyarlos con todo el equipo de producción, con las cámaras, sacando adelante este proyecto para que empiece a facturar luego con las marcas que quieran patrocinarlo”, dijo Murcia en referencia a la emisora de televisión por cable Body Channel.
Jerónimo Uribe negó cualquier relación comercial con los negocios de Murcia y explicó que en alguna ocasión se limitó a plantear una idea para realizar documentales a “un amigo” que trabajaba en la emisora, pero aclaró que se marginó del proyecto por recomendación del director de la Policía Nacional, Óscar Naranjo.
Las versiones de que Murcia y sus empresas están vinculadas al lavado de dinero han circulado desde hace varios meses e inclusive la Superintendencia Financiera ordenó en octubre de 2007 a Murcia que devolviera 18 mil millones de pesos que captó de personas que adquirieron tarjetas de prepago.
Murcia fundó su empresa DMG en el departamento de Putumayo, en el sur del país, uno de los principales escenarios del conflicto armado, que además albergó la mitad de los cultivos de hoja de coca en el país, la base para la producción de cocaína.
Las acusaciones contra la familia Uribe se produjeron este viernes al agravarse la tensión en zonas comerciales de Bogotá, dos días después de que la Superintendencia Financiera intervino las operaciones de la pirámide DRFE (Dinero Rápido Fácil y Efectivo) y tomara posesión de sus bienes, con el fin de restituir el dinero de los inversionistas y frenar por completo cualquier operación nueva de captación de dinero.
Las autoridades sospechan que este esquema está vinculado a DMG, pero declinaron hacer afirmaciones contundentes en ese sentido, en tanto que no concluya las investigaciones.
El mismo presidente Uribe intervino en la polémica sobre las pirámides al pedir que la población deje de invertir su dinero en esos fondos, puesto que “es una fantasía que termina en la ruina de la gente”.
Unas dos mil personas salieron hoy a las calles de la capital colombiana para defender las pirámides y apoyar la actividad financiera y comercial de DMG, en cuya sede –en el norte de Bogotá– hubo gente manifestando su apoyo. La empresa dice tener unos 300 mil clientes y según Murcia, el año pasado facturó 31 millones de dólares y pagó dos millones 600 mil dólares en impuestos.
El derrumbe de pirámides afectó a residentes en unas 50 localidades del país. Esta semana, hubo algunas personas que se arremolinaron en las afueras de DMG para reclamar sus aportaciones, después de que comenzaron a circular informaciones sobre el quiebre de las empresas captadoras del dinero (usualmente los primeros inversionistas lo recuperan, pero los últimos en aportar son los que se encontraron con locales cerrados o con que los organizadores huyeron del lugar).
El gobierno no ha podido precisar hasta ahora cuál es el monto del dinero invertido en las pirámides. Uribe anunció hoy que su administración tratará de ayudar a la recuperación de los fondos. La quiebra no sólo ha causado la movilización de la gente en las calles, sino también el suicidio de un hombre residente en un pueblo del suroeste, que había vendido su casa para invertir recursos en una de las pirámides.