■ Informe del titular de la Fundación Cultural de la Ciudad de México
La cultura todavía no figura entre las prioridades del GDF: Ricardo Govela
“La cultura todavía no se encuentra dentro de las prioridades del Gobierno del Distrito Federal (GDF)”, señaló el director general de la Fundación Cultural de la Ciudad de México, Ricardo Govela Autrey, quien ayer ofreció un informe de actividades en el Museo de la Ciudad de México, a nueve meses de haberse creado ese organismo.
“En la mayoría de los funcionarios la cultura sigue siendo vista como un asunto superfluo, como algo que sólo se centra en las bellas artes, como una cosa de elites o exquisitos, pero no se entiende a la cultura como un componente fundamental de la vida de la ciudad. Eso es uno de los retos y será una batalla que dará la fundación”, añadió Govela.
Batalla impostergable
De igual manera, dijo Govela, “se buscará que el gobierno destine más recursos para los proyectos que auspicia la fundación. Aunque no sólo se necesitan recursos del gobierno: el sector privado, las empresas deben también poner recursos para la cultura.
“Todas esas empresas que hacen dinero en la ciudad, deben de revertir una parte de sus ganancias en la vida de la comunidad, en beneficio de todos los sectores y mediante una actividad cultural”, manifestó el promotor cultural.
Se tratará también de ver “cómo las actividades de la fundación pueden ser más autosustentables, cómo poder generar recursos. La idea es fortalecer el concepto de la economía social, para hacer uso de otro tipo de recursos, como créditos y microcréditos”.
Govela Autrey hizo un llamado a todos aquellos grupos y creadores que conforman la fundación, involucrados en distintos proyectos comunitarios, para dar una batalla más decidida; “para cambiar la manera en cómo se ve a la cultura en la ciudad. De no darse esa lucha, no se podrá cambiar la situación actual”, que no esté dentro de las prioridades del GDF.
Elena Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura capitalina, destacó que la dependencia a su cargo desde la creación de la fundación, “aceptó el compromiso e hizo suya la aspiración social de garantizar los derechos culturales a la identidad, la memoria, la formación y educación artística, y el acceso a bienes y servicios.
“El papel del gobierno no es imponer una ideología, tampoco dejar que el mercado imponga sus valores de consumo; su papel es promover los valores a los que todos aspiramos para que los hagamos nuestros de manera cotidiana: libertad, igualdad y fraternidad o, como modernamente se tradujo y abusó: solidaridad.
“A esto se refiere el sentido de cambio cultural, que no es en la expresión o apreciación del arte, sino de una modificación completa de la percepción de la realidad, que hasta transforme nuestra manera de comportarnos, haciéndonos más reflexivos. Eso es para nosotros cultura”, dijo Cepeda.