■ Privilegiemos la unidad ante ataque de la derecha: Suárez del Real
Si el PRD se fractura, la izquierda retrocederá 30 años, dice Navarrete
La resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que el miércoles pasado dio el triunfo a Jesús Ortega en las elecciones internas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) concitó ayer diversas reacciones entre legisladores de ese instituto político.
En el Senado, el coordinador de los legisladores del PRD, Carlos Navarrete, llamó a Jesús Ortega y Alejandro Encinas a contribuir a que el partido no se fracture, ya que “sería un retroceso de 30 años para la izquierda”.
También en Xicoténcatl comenzaron los acercamientos entre legisladores afines a Andrés Manuel López Obrador y las bancadas del Partido del Trabajo (PT) y de Convergencia, con miras a integrar una fracción del Frente Amplio Progresista (FAP).
De su lado, en la Cámara de Diputados, el legislador perredista Alfonso Suárez del Real, secretario de la Comisión de Cultura, se opuso a la intervención del órgano electoral en las decisiones internas del sol azteca, y atribuyó la crisis al embate de la ultraderecha en el poder.
“Hoy lo que expreso es el exhorto a los dirigentes: privilegiemos la unidad de la izquierda ante el ataque de la derecha; no podemos continuar bajo este esquema de divisiones y de facciones. Ya no estamos considerando a una derecha alejada del poder que competía con nosotros la posibilidad de llegar a ser gobierno. Hoy estamos hablando de una ultraderecha asentada en el poder, mismo que está destruyendo las instituciones, está hipotecando a nuestro pueblo, está violentando nuestra cultura y fomentando el grado de corrupción sobre lo que teníamos con anterioridad”, destacó Suárez del Real.
A su vez, el también diputado Juan Guerra Ochoa, consideró insuficiente la decisión del tribunal electoral, pues “coyunturalmente acelera las cosas, las encona más, pero el verdadero problema es que, en el fondo, no hay un verdadero pacto político de los sectores del PRD”.
Con Guerra coincidió su compañero de bancada en la Cámara de Diputados, Emilio Ulloa, para quien el escenario no podría ser peor, pues “no hay una camada de políticos, y lo que tenemos son los liderazgos pragmáticos en Nueva Izquierda y a René Bejarano”.
También opinó sobre la decisión del TEPJF el senador Ricardo Monreal, vicecoordinador del grupo parlamentario perredista.
El legislador apoyó la postura de Alejandro Encinas de que el Estado mexicano se inmiscuyó en la vida interna del PRD, y dijo que con la resolución del órgano electoral sólo se formaliza la fractura entre los perredistas.
“El PRD está tan dividido, tan fracturado, que será muy difícil la reconciliación”, recalcó Monreal, y agregó que la escisión comenzó ya, con el anuncio del PT y Convergencia de integrar una coalición con miras al proceso electoral de 2009, sin el sol azteca.
De hecho, ayer mismo en Xicoténcatl los senadores perredistas que no forman parte del grupo Nueva Izquierda discutieron la posibilidad de conformar también un grupo parlamentario del FAP, exclusivamente con PT y Convergencia.
Para ello, el grupo de senadores que no aceptan “la imposición” de Jesús Ortega al frente del PRD se reunirán el jueves con los coordinadores de Convergencia y del PT, con el fin de analizar diversos escenarios, el más viable, funcionar en los hechos como frente legislativo, independiente de la bancada que coordina Navarrete.
En entrevista, Monreal resaltó que lo más conveniente es que ninguno de los contendientes –ni Ortega, ni Alejandro Encinas– fuera presidente del partido, porque nadie puede negar la crisis y división del PRD.
Sin embargo, en conferencia de prensa, Carlos Navarrete llamó a todos los perredistas a serenarse, a fin de que “todos contribuyamos con la cabeza fría y el corazón caliente, como dice López Obrador”, para no “tomar decisiones que signifiquen un retroceso de 30 años para la izquierda”.