■ Aunque no para una joya, se forman pequeños cristales, posibles sustitutos de silicio de chips
Expertos mexicanos logran crear diamantes a partir de tequila
■ Mediante una reacción química se rompen las moléculas y los átomos de carbón se depositan uno sobre otro hasta formar la estructura de esa piedra, explica Luis Miguel Apátiga, de la UNAM
Científicos mexicanos demostraron que el tequila sirve para crear pequeñas capas de diamantes que, aunque no pueden convertirse en joyas, abren un amplio abanico de posibilidades, por ejemplo, como sustituto del silicio en los chips de las computadoras.
“Sería muy difícil obtener diamantes como para un anillo, por ejemplo. Se forman pequeños cristales, cada uno con miles y miles de átomos de carbón, de un tamaño muy pequeño”, dijo el martes en entrevista el doctor Luis Miguel Apátiga, investigador del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Juriquilla, en Querétaro.
Desde el pasado verano, cuando lograron este sorprendente descubrimiento, Apátiga y otros dos científicos estudian posibles aplicaciones para que el producto no sólo “llame la atención.
“Es cierto que por ser tequila ya tiene un cierto gancho. Es un producto mexicano y el proyecto lo hemos desarrollado investigadores mexicanos (...) Pero un empresario me puede decir: ‘¡qué bien, qué bonito!’ ¿Pero para qué me sirve?”, dijo el especialista de la UNAM.
Más allá del simbolismo, el grupo es consciente de que todo puede quedar como un hallazgo curioso si no encuentran la manera de hacerlo rentable comercialmente.
“Si yo obtengo diamantes con tequila y los obtengo también con una mezcla de etanol y agua, ¿qué me conviene usar? Hay que revisar los costos. Si los diamantes obtenidos con la bebida presentan alguna cualidad particular y diferente al resto, entonces sí valdría la pena”, argumentó.
El científico aventura posibles usos de esta variedad, como “detectar radiación, recubrir herramientas de corte o, sobre todo, como sustituto, en el futuro, del silicio en los chips de las computadoras”.
La investigación comenzó en 1995 y en una primera fase reveló que se pueden obtener diamantes a partir de gases como el metano.
Años después fue retomada para demostrar que también era posible obtenerlos con líquidos, con una mezcla de 40 por ciento de etanol y 60 de agua. Los científicos no tardaron en descubrir que esta proporción es básicamente la misma con la que se hace el tequila.
Experimento con resultados postivos
“Esto fue algo que me llamó la atención y me pregunté si ocurriría lo mismo si utilizara tequila. Le di muchas vueltas al asunto durante semanas. Un día fui a la tienda del campus y compré una botella de tequila corriente. La utilicé como si fuera etanol y agua en las mismas condiciones experimentales y obtuve resultados positivos”, recordó Apátiga.
El proceso es complejo y requiere un manejo experto de la física y la química.
Según Apátiga, cuando se evapora el líquido del tequila surge un vapor que se arrastra a una cámara, donde se produce una reacción química que rompe las moléculas y hace que los átomos de carbón que aparecen se vayan depositando unos encima de otros sobre una base de acero inoxidable, formando la estructura del diamante.
La primera prueba exitosa se hizo con un tequila blanco de una marca común.
El grupo analiza ahora el comportamiento de otros tipos de tequila más selectos, como los añejos, para determinar cuál es el que mejor se adapta a esta asombrosa transformación.