■ Resalta Carlos Montemayor profundidad histórica de su experiencia
Aún no se ve a los pueblos originarios como parte de la cultura nacional
■ Presentan libro que recopila 60 años de imágenes de este sector poblacional
Ampliar la imagen Carlos Montemayor, en imagen de archivo Foto: José Carlo González
El escritor Carlos Montemayor aseguró que si en México se reconociera a los pueblos originarios como parte de la cultura nacional, “seríamos un país con una memoria de miles de años”, y no sólo de 500.
Al participar en la presentación del libro 60 años de memoria visual con los pueblos indígenas, de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), realizada la noche del pasado martes, Montemayor resaltó que los mexicanos han evadido el origen real de los pueblos y culturas que habitaban el continente antes de la llegada de los europeos, al llamarlos “indios” o indígenas”.
En ese sentido, el también colaborador de este diario aseveró que los integrantes de los pueblos originarios no deberían llamarse indios, porque ese es el gentilicio de los habitantes de la India, ni indígenas, palabra proveniente del latín. “En México nunca ha habido indios ni indígenas, sino pueblos con nombres propios que no hemos reconocido como tales”.
Al ser los primeros pobladores del continente, dijo, a estos pueblos se les debería llamar “americanos”, y contrario a ello, “Estados Unidos, que es el único país que no tiene nombre, se ha apropiado del nombre del continente entero. Los americanos son los pueblos originarios” de la región.
Al referirse a la obra –que presenta decenas de fotografías de habitantes de comunidades rurales y pueblos originarios que ha recabado el organismo indigenista del Estado mexicano a lo largo de 60 años de su existencia–, Montemayor la describió como “un catálogo visual excepcional” que pasa del blanco y negro al color.
En referencia a la metáfora de Felipe Calderón en el sentido de que para entender y resolver los problemas de la sociedad los gobernantes deben ponerse en los zapatos de la ciudadanía, el escritor aseguró que si este libro –en el que los indígenas aparecen en su mayoría sin calzado– se le hubiera presentado antes al titular del Ejecutivo federal, éste tendría que haber pensado que para conocer la realidad de estos pueblos “hay que quitarse los zapatos”.
Montemayor refirió que si bien la obra es un buen esfuerzo institucional, aún falta por incluir visualmente una mayor interacción entre estos pueblos y el resto de la nación, a fin de conocer qué visión de país tienen ellos, por lo que solicitó al titular de la CDI, Luis H. Álvarez, dirigir esfuerzos para resarcir esa faltante.
Por su parte, Álvarez aseguró que el libro es una compilación de fotografías, surgidas de miradas diversas, sobre la vida de los pueblos originarios, en seis decenios de lo que han sido las llamadas políticas indigenistas en México.