■ Jornada de actividades para conmemorar los 357 años del nacimiento de la monja
Es hora de reivindicar el cuerpo de Sor Juana, no sólo su intelecto, dice Jesusa
■ La actriz escenificará El sueño, montaje inspirado en el máximo poema de la Décima Musa
Ampliar la imagen Jesusa Rodríguez y Patricia Saldarriaga flanquean a una Sor Juana de cartón,. desnuda, ayer, durante la entrevista con La Jornada Foto: Carlos Ramos Mamahua
La fuerte presencia del cuerpo femenino en la obra de Sor Juana Inés de la Cruz es el hilo conductor de algunas de las actividades que hoy se realizarán en la Universidad del Claustro de Sor Juana para celebrar 357 años del nacimiento de una mujer que dejó a México “una herencia extraordinaria”.
Ese legado, explica la actriz Jesusa Rodríguez, es, entre una diversidad de textos deslumbrantes, su poema Primero sueño, el único que, en palabras de la propia Sor Juana, fue el que más le gustaba de todo lo que escribió y donde plasmó su erudición.
Doce años necesitó Jesusa para memorizar los 975 versos del que es considerada la obra cumbre de Juana de Asbaje (1651-1695), al tiempo que preparó una puesta en escena que estrenará hoy, a las 18 horas, en una de las celdas que habitó la escritora.
“Se trata de una obra maravillosa que, lamentablemente, nadie lee, por eso es importante darla a conocer de una manera accesible”, dice Rodríguez en entrevista con La Jornada.
Acoso de la Iglesia y liberación
Esa propuesta teatral coincide con varios de los planteamientos expresados por la investigadora peruana Patricia Saldarriaga, autora del libro Espacios del Primero sueño de Sor Juana Inés de la Cruz (Editorial Iberoamericana).
La experta afirma que en ese poema existe la presencia del cuerpo femenino, no de uno asexuado, como lo quiere ver la crítica.
Detalla que si bien existe una estrategia en la monja jerónima para ocultar esa sexualidad, “si uno lee con cuidado el texto se trata de un cuerpo femenino, que inclusive tiene características similares al cuerpo de la Iglesia y, por tanto, es sagrado. Entonces, el cuerpo es para Sor Juana un espacio sagrado más”.
La catedrática de la Universidad Middlebury, en Vermont, Estados Unidos, puntualiza que respeta mucho la obra de todos los sorjuanistas, “me agrada mucho el estilo de Octavio Paz, inclusive pienso que gracias a él la figura de Sor Juana revivió en la crítica literaria, pero él dice que el cuerpo del sujeto que habla en la obra de la monja es asexuado, no obstante, esto no queda demostrado en Primero sueño.
“Es cierto que se trata de un texto muy difícil de leer, sobre todo para nosotros, lectores posmodernos del siglo XXI, hay que meterse en una serie de teorías de la época que se contradicen, pero el intento de negar que se trata de un cuerpo femenino tal vez sea porque va en contra de las grandes autoridades, para mí es obvio en el poema que se trata de un cuerpo femenino.”
Saldarriaga, quien lleva 20 años estudiando Primero sueño, considera que la actualidad de Sor Juana es absoluta, pues en su obra se aborda “el papel de la mujer, hasta qué punto estamos capacitadas física e intelectualmente para lograr un acercamiento a lo que es la verdad. Otra característica que se ha tratado de negar es el fuerte discurso científico que tiene de la época, que la mujer tenía acceso a ese conocimiento”.
Por su parte, Jesusa Rodríguez narra que luego de sus primeras lecturas de Primero Sueño le surgió la inquietud de memorizarlo, “quise tenerlo en mi cabeza para siempre, pensé qué desesperación no tener el libro a la mano y quererlo leer, más que ando de revoltosa, capaz que me meten al bote y qué sin ese poema. Pensé en una manera de vivir acompañada para siempre con esos versos.
“A principios del año pasado presenté en Buenos Aires 580 versos, en una puesta en escena más cercana a lo que se verá este miércoles, pero me faltaba la segunda parte, la más árida y difícil. Logré aprenderme todo el poema en enero de este año, pero fue entonces cuando comenzó lo difícil, cerrar con el montaje teatral.
“El libro de Saldarriaga afirmó en mí la idea de que es hora de reivindicar el cuerpo de Sor Juana, no sólo su intelecto, porque está muy mal que Octavio Paz haya dicho en Las trampas de la fe que el medallón de la poeta es el pene sublimado. Qué bueno que los señores estudien el intelecto de Sor Juana, pero ahí hay una mujer, sola, haciendo una hazaña inaudita, encerrada en un claustro, acosada por una Iglesia retrógrada, por un brutal sistema de represión, aunque logró evadirlo todo y ser libre para decir, si hay un Dios, soy yo, somos todos, y el origen es femenino.
“Sor Juana escapó de la horrible represión del catolicismo y dijo lo que quería decir. Puede ser muy duro decirlo aun en este tiempo, pero ella es atea, feminista y además una mujer diciendo ‘Dios es mujer’, eso me parece genial.”
La jornada titulada Mañanitas a Sor Juana se inicia a las 12 horas en la Universidad del Claustro de Sor Juana (Izazaga 92, Centro Histórico) con una mesa redonda, a las 16 horas, con Saldarriaga, y al terminar se presentará el espectáculo El sueño, con Jesusa Rodríguez.