Usted está aquí: miércoles 12 de noviembre de 2008 Estados Zafarrancho por control de colonia irregular en Chiapas deja un muerto y 3 desaparecidos

■ “Líderes” del asentamiento retienen a decenas de opositores, la mayoría integrantes del Mocri

Zafarrancho por control de colonia irregular en Chiapas deja un muerto y 3 desaparecidos

Ángeles Mariscal (Corresponsal)

Ampliar la imagen Dos de al menos 60 colonos retenidos por supuestos líderes de la colonia Emiliano Zapata fueron amarrados a varillas en una casa y luego entregados a la policía. El conflicto entre pobladores de esa zona comenzó la madrugada de este martes Dos de al menos 60 colonos retenidos por supuestos líderes de la colonia Emiliano Zapata fueron amarrados a varillas en una casa y luego entregados a la policía. El conflicto entre pobladores de esa zona comenzó la madrugada de este martes Foto: Ángeles Mariscal

Tuxtla Gutiérrez, Chis., 11 de noviembre. Habitantes de la colonia irregular Emiliano Zapata, ubicada en los cinturones de miseria de esta capital, se enfrentaron la madrugada de este martes a golpes y a machetazos por el liderazgo del asentamiento, con saldo de una mujer muerta, al menos 12 heridos y tres desaparecidos.

Después del zafarrancho –en el que, se dijo, hubo balazos–, el grupo que tiene el control del lugar, donde habitan mil 300 familias, retuvo a por lo menos 60 vecinos opositores, algunos de los cuales incluso fueron amarrados a varillas de una obra negra y entregados a la policía.

Horas después, policías estatales ingresaron al predio y se llevaron detenidas a 10 de las personas que retuvieron los líderes, pues fueron acusadas de accionar armas de fuego durante el enfrentamiento.

Durante el día, otras 50 personas fueron sacadas de sus viviendas por los líderes del asentamiento; las golpearon y las pusieron a disposición de las autoridades.

Al cierre de esta edición, los dirigentes de la colonia Emiliano Zapata tenían retenidas en un cuarto a tres mujeres; a decenas de familias se les impedía salir, con la amenaza de ser desalojadas en forma permanente.

Pese a la tensión que prevalecía, la presencia policiaca es mínima, sólo en las afueras de la colonia. El secretario de Seguridad Pública estatal, Daniel Roque Figueroa, ingresó al predio con uniformados únicamente para recibir a los colonos retenidos, que minutos después fueron puestos a disposición del Ministerio Público, y a sacar el cadáver de la mujer.

Sin embargo, el jefe policiaco se negó a liberar a las tres mujeres golpeadas y encerradas en una habitación. “No puedo ir allá, ¿qué no ves como está la gente?”, respondió.

En presencia de Roque Figueroa, mientras los agentes subían a los detenidos a dos camionetas, un colono le clavó la punta de su machete a uno de los aprehendidos, “porque se estaba riendo”, sostuvo el agresor.

Los policías se han limitado a recibir a las personas “opositoras” que los líderes de la colonia han sacado de sus casas.

La mujer que murió fue identificada como Martha Gómez Pérez, de 42 años. Hay versiones de que recibió un disparo.

La colonia irregular Emiliano Zapata sigue bajo el mando de los “presidentes de colonia”, quienes junto con el “grupo de guardia” entran a las viviendas de vecinos que consideran sus opositores para golpearlos y amenazarlos.

En tanto, unas 15 familias que fueron expulsadas instalaron un plantón en la plaza central de Tuxtla Gutiérrez. Relataron que la disputa por el predio comenzó en 2006, cuando Alejandro Gamboa, quien fue subsecretario de Relaciones Políticas en el gobierno de Juan Sabines y ahora es presidente estatal del PRD, impuso como presidentes y coordinadores de la colonia a Ismael Jiménez, Alfonso Cejas, Aristeo Gómez, Raúl Navarro y Héctor Castro.

“Empezaron a cobrarnos 100 o 200 pesos por no ir a las marchas que organizaban para los fines de gobierno, y a obligarnos a donar cemento y varilla. Lo último fue hace dos semanas, cuando exigieron 500 pesos a cada una de las mil 300 familias para que, según ellos, se instalara la energía eléctrica”, denunció Juan Sánchez.

Refirió que unas mil familias se opusieron al pago y 15 fueron expulsadas de la colonia. “Nos acusaron de alborotar a la gente, nos dieron cinco días para salir y yo por el miedo de que le hicieran algo a mis hijos me fui. A los dos días entraron a mi casa y se la dieron a otra persona, porque el negocio de los presidentes es revender las casas”, acusó.

Los expulsados explicaron que ante esa situación, solicitaron la ayuda de Noé y Francisco Jiménez Pablo, quienes fundaron la colonia en 2001; “nos apoyaron convocando a nuestros compañeros del Movimiento Campesino Regional Independiente” (Mocri).

Esta madrugada los militantes del Mocri llegaron al asentamiento y en punto de las 6 de la madrugada convocaron a una asamblea con vistas a relevar a quienes se erigieron en presidentes y coordinadores de la colonia.

 
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