Usted está aquí: miércoles 12 de noviembre de 2008 Mundo Califica el presidente de Rusia a Cuba como “socio clave” en América Latina

■ Amenaza Moscú a Washington con instalar misiles Iskander

Califica el presidente de Rusia a Cuba como “socio clave” en América Latina

Juan Pablo Duch (Corresponsal)

Moscú, 11 de noviembre. De “socio clave” en América Latina calificó a Cuba el presidente Dimitri Medvediev al recibir este martes al titular de Relaciones Exteriores de la isla, Felipe Pérez Roque, una deferencia que el Kremlin tiene con muy pocos cancilleres de naciones de América Latina que visitan este país.

El jefe de la diplomacia cubana, que también se entrevistó con el primer ministro Vladimir Putin, otro gesto significativo, culminó su estancia de cuatro días en Rusia con un balance positivo, más allá de la firma de una declaración conjunta y de un plan de consultas políticas entre las cancillerías para el próximo año.

Lo más importante, quizás, es que la visita de Pérez Roque sirvió para confirmar que el distanciamiento que marcó la relación bilateral en los años 90, como consecuencia de la desintegración de la Unión Soviética, es ya asunto del pasado y que Cuba vuelve a ser un país que Rusia va a tener en cuenta a la hora de establecer las prioridades de su política hacia América Latina.

“Cuba ha sido y es uno de nuestros socios clave en América Latina”, subrayó el presidente de Rusia. Afirmó asimismo que Moscú tiene la intención de relanzar los vínculos políticos y económicos con La Habana y, en ese contexto, anunció que el presidente cubano, Raúl Castro, realizará una visita de Estado en 2009.

“Esperamos a Raúl Castro en nuestro país el año siguiente”, ocasión que para Medvediev “va a contribuir a dar un impulso a la relación bilateral”.

No se trata de que la isla recupere el papel de casi aliado principal en el hemisferio occidental, que llegó a tener en los tiempos soviéticos, pues el propio canciller cubano dejó en claro que su país, frente a esa hipotética posibilidad, no permitiría que Rusia instale en su territorio componentes de un sistema de defensa antimisiles, similar al escudo que Estados Unidos piensa desplegar en Europa del este.

Aunque Cuba reconoce el “derecho de Rusia a tomar medidas de respuesta a la creciente agresión de Estados Unidos y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), que pretenden cercarla, la respuesta es no”, enfatizó Pérez Roque.

Cuba confía en que está construyendo con Rusia “una etapa de confianza, de diálogo franco y abierto, sin sorpresas ni sobresaltos”, en la cual la relación bilateral –según el canciller de la isla– “no puede estar sujeta a la coyuntura y deben basarse en los intereses recíprocos”.

En otro orden de cosas, al término de un encuentro con su colega finlandés, Alexandre Stubb, el canciller ruso, Serguei Lavrov, aclaró este martes que Rusia emplazará misiles Iskander en Kaliningrado, la región más occidental del país, “solamente” si los estadunidenses llevan a la práctica sus planes de construir una estación de radares en la República Checa y de desplegar 10 interceptores de misiles en Polonia.

Lavrov hizo esta precisión un poco con la idea de atenuar los temores de algunos socios europeos de Rusia y, a la vez, de presionar a la nueva administración de Estados Unidos, pues ya nada tiene que negociar con el gobierno saliente de George W. Bush.

 
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